El gobierno de Costa Rica alienta la ratificación parlamentaria de dos tratados de delimitación marítima con Colombia y Ecuador a pesar de que, a juicio de un experto, resultan perjudiciales para el país.
La decisión de enviarlos a la Asamblea Legislativa para su aprobación parece estar ligada a la campaña de la cancillería a favor de la candidatura del ex presidente Rafael Angel Calderón a secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El canciller Roberto Rojas indicó que se trata de un compromiso adquirido por el gobierno de Miguel Angel Rodríguez, aún antes de asumir el poder el 8 de mayo, para reparar la mala imagen del país en materia de ratificación de tratados.
El tratado con Colombia, que el Poder Legislativo aún no conoce, fue uno de los elementos que contribuyó a aumentar la crisis diplomática que existe entre Costa Rica y Nicaragua a causa de la navegación por el limítrofe río San Juan.
Nicaragua considera que sería una "puñalada" y "una traición" que Costa Rica apruebe ese acuerdo, que reconoce la soberanía de Colombia sobre el archipiélago de San Andrés, que Managua reivindica.
La Asamblea Legislativa costarricense dio el lunes un primer vistazo al tratado con Ecuador. Según Freddy Pacheco, profesor de la estatal Universidad Nacional que durante casi 20 años ha combatido estos tratados, éste es el menos perjudicial de los dos.
Suscrito en 1984 por el gobierno de Luis Alberto Monge, el convenio con Ecuador establece una línea equidistante entre las islas Galápagos, ecuatorianas, y la isla del Coco, costarricense, como se estipula en el derecho marítimo.
Esa línea sirve para marcar el límite cuando la distancia entre uno y otro territorio no alcanza las 200 millas de zona económica exclusiva que corresponden a cada uno.
El problema radica en que el tratado dice claramente que las 200 millas de Galápagos son de mar territorial y no de zona económica exclusiva.
La diferencia entre uno y otro es que el mar territorial se extiende, según la Tercera Conferencia de Derechos del Mar, hasta 12 millas a partir de la costa. En ese mar no hay libre navegación y los barcos deben pedir permiso para pasar.
En cambio, en la zona exclusiva la navegación es libre, pero los recursos que hay en ella son del país respectivo.
Si Costa Rica reconoce a Ecuador un mar territorial de 200 millas, estaría cediendo su derecho de navegación y vuelo sobre esa zona.
El problema del tratado con Colombia, en el Caribe, es mucho más complejo. Según Pacheco, con este convenio Costa Rica pierde 30.000 kilómetros cuadrados de zona económica exclusiva.
Por un lado, dice, Costa Rica reconoce en el tratado a la colombiana roca Malpelo como hito que determina las 200 millas de zona económica exclusiva de Colombia y plataforma continental, cuando no es un territorio capaz de mantener vida económica propia.
Según la legislación internacional aprobada por el sistema de las Naciones Unidas, territorios como la roca de Malpelo solo dan derecho a las 12 millas de mar patrimonial.
"En el Pacífico no se justifica un tratado con Colombia porque Malpelo es una roca", dijo Pacheco.
En el océano Atlántico, el acuerdo parte del punto de equidistancia entre la isla de San Andrés y el puerto de Limón, pese a que el principio de equidad contemplado en la legislación internacional toma en cuenta las proporciones entre una isla y un Estado continental.
Pacheco dijo a IPS que, de esta manera, el tratado le deja a Costa Rica solo 80 millas a partir de la costa del puerto de Limón, cuando, por su carácter de territorio continental, tiene prioridad frente a la isla de San Andrés en la delimitación de las 200 millas.
La cancillería de Costa Rica alega que el tratado con Colombia es muy beneficioso para este país, posición que han mantenido todos los ministros de Relaciones Exteriores desde que se firmó el acuerdo.
Bernd Niehaus, canciller entre 1990 y 1994, dijo entonces que el tratado, al reconocer el concepto de zona exclusiva para la isla del Coco, da a Costa Rica "una bolsa de ámbito oceánico de una extensión impresionante, en un área donde abunda el atún",
Pero Pacheco insiste en que en ningún momento estuvo en discusión la soberanía de Costa Rica sobre la isla del Coco, hoy declarada Patrimonio de la Humanidad por el sistema de las Naciones Unidas, y, por lo tanto, su derecho a las 200 millas.
El tratado con Colombia traza un límite entre Costa Rica y Nicaragua que, en realidad, no existe porque no se negoció aún entre ambos países.
La cancillería decidió hace dos años que el tratado con Colombia quedaría archivado hasta que se resolviera el litigio del archipiélago de San Andrés.
"¿Cómo vamos a firmar un tratado de límites sobre una zona que está en disputa?", preguntó Pacheco.
La Asamblea Legislativa tendrá que decidir sobre esos convenios en los próximos días. (FIN/IPS/mso/mj/ip/98