Los mercados de Sudáfrica respondieron negativamente ante la designación del ministro de Trabajo Tito Mboweni como presidente del Banco Central, y algunos comentaristas creen que se trata de una reacción racista.
En efecto, Mboweni es negro, y el Banco Central había sido gobernado hasta ahora por representantes de la minoría blanca. Pero fuentes del mercado financiero aseguran que la inquietud se debe a la falta de experiencia del nuevo presidente del banco.
"A los mercados no les interesa si Mboweni es negro o blanco. Son sus antecedentes (como ministro de Trabajo) y sus conexiones políticas lo que no convence a los mercados", explicó un operador de la Bolsa de Valores de Johannesburgo.
El economista Mboweni, ministro de Trabajo desde 1994, se enfrentó a la industria, al introducir reformas laborales. Es miembro del comité ejecutivo del gobernante Congreso Nacional Africano (ANC).
La mayoría de los líderes de la industria no recibieron con agrado su nombramiento al frente del Banco Central, dispuesto a principios de este mes, y el opositor Partido Nacional la calificó de "imprudente".
"Esta designación es un paso extremadamente imprudente, que el país pagará caro. Es una designación política que carece de todo mérito que la justifique", dijo Dirk Bakker, del Partido Nacional, el grupo que diseñó e impuso el "apartheid", el sistema racista superado definitivamente en 1994.
El anterior presidente del Banco Central, Chris Stals, era visto en general como un funcionario independiente, pero del antiguo orden. En cuanto al nombramiento de Mboweni, es visto como parte de las decisiones del ANC para concentrar el poder.
El sector privado y el Partido Nacional consideraban al segundo de Stals, James Cross, como el mejor candidato para el puesto.
"Los antecedentes de Mboweni no generan confianza en los inversores. Sus actuación en el Ministerio de Trabajo estuvo influida por el Congreso de Sindicatos y el Partido Comunista, y tuvo un fuerte sesgo socialista", señaló Bakker
El rand, la moneda nacional, cayó al nivel más bajo de la historia como resultado de la designación de Mboweni. Su cotización se ubicó en 6,78 unidades frente al dólar.
La moneda sudafricana se depreció 22,5 por ciento en las últimas seis semanas. La tasa de interés preferencial aumentó a 24 por ciento, un nivel al que no llegaba desde 1985.
La designación de Mboweni y la inestabilidad del mercado de cambios se produjeron cuando el gobierno se esfuerza por mantener equilibrio entre sus aliados izquierdistas, como los sindicatos y los comunistas, y los partidarios del libre mercado, que aún conducen la economía.
El gobierno, controlado por el ANC, afirma que su programa de Crecimiento, Empleo y Redistribución (GEAR), que enfatiza las restricciones presupuestarias, es una propuesta adecuada para aumentar la confianza de los inversores y estimular la actividad económica.
Los industriales quieren que el GEAR sea seguido al pie de la letra, pero los poderosos sindicatos dicen que las autoridades llevan adelante en realidad un plan de ajuste estructural, que afecta negativamente a los pobres.
"La razón aducida para justificar la oposición al nombraniento de Mboweni, el presunto nerviosismo en los mercados", sólo intenta disimular "la aversión racista a la idea de que un hombre negro va a estar a cargo" del Banco Central, advirtió el comentarista Jon Qwelane.
"La minoría blanca, que ya no puede imponer su voluntad racista por medios constitucionales, trata de hacerlo a través de sus partidos políticos y medios de comunicación, para presentar a los negros como incompetentes a los ojos de los extranjeros", afirmó Qwelane
Los líderes empresariales blancos sostienen que será difícil reemplazar a Stals que, a diferencia de Mboweni, tenía varios años de experiencia y era conocido ampliamente en los mercados financieros mundiales.
Sin embargo, el influyente Financial Mail, de Sudáfrica, cree que la designación de Mboweni es estratégica, aunque em lo inmediato continuará la presión sobre el rand.
Un blanco puesto al frente del Banco Central no podría crear el consenso necesario para promover una sólida política monetaria, arguyó el Financial Mail. (FIN/IPS/tra-en/gm/di/ff/if/98