La obsesión de India por la astrología repercute en las salas de parto de esta capital, en lo que los médicos llaman "la epidemia de las cesáreas" de las clínicas privadas de maternidad.
"El 75 por ciento de los nacimientos en las centenas de clínicas privadas de maternidad de Nueva Delhi se realizan por cesárea, y no todas se justifican médicamente", dijo el ginecólogo Ruchira Gupta.
Pero los futuros padres insisten cada vez más en la cesárea para asegurar que el nacimiento ocurra en ciertos "momentos propicios", calculados por el astrólogo de la familia.
En el libro "Hinduismo", el escritor Nirad Chauduri, residente en Gran Bretaña, escribe que el almanaque astrológico, más que cualquier libro religioso, es la verdadera biblia familiar del fiel hindú.
La tecnología moderna sólo reforzó la obsesión por los momentos propicios, como lo confirma la aparición de servicios astrológicos computarizados que ofrecen predicciones rápidas y sustituyen al tradicional astrólogo y sus raídos almanaques de posiciones planetarias.
Las clínicas privadas son propensas a utilizar el bisturí y recurren en forma habitual a las cesáreas como medio de maximizar sus ganancias, aseguró Gupta, porque la práctica implica mayor tiempo de hospitalización y más atención médica.
La cesárea también implica menos trabajo para el obstetra que, de otra manera, tendría que esperar durante horas para brindar su asistencia en un parto natural.
La creencia en la influencia que ejercen las estrellas sobre el futuro del recién nacido parece ser lo bastante fuerte como para que las parturientas pasen por alto los riesgos posibles para la madre y el niño y convenzan a los obstetras de olvidar la ética médica.
"¿Si la gente se puede casar o tomar importantes decisiones políticas por consejo de un astrólogo, entonces qué hay de malo en elegir una hora favorable para el nacimiento de un niño?", se preguntó Rakesh Jain, ejecutivo de una compañía de computación.
Jain y su esposa Mala querían lo mejor para su hijo "planificado", nacido el año pasado. Ambos decidieron continuar con el embarazo sólo después de que exámenes de ultrasonido confirmaron el sexo masculino del bebé.
La pareja eligió una determinada clínica de maternidad tras asegurarse de que los médicos brindarían su cooperación para que el niño naciera cuando la posición de las estrellas fuera la adecuada.
No todos los "partos por elección", como los denomina la jerga médica, tienen éxito, porque el momento propicio quizá no dure más de una hora, aunque otros se extienden durante varias.
Aunque la medicina moderna cuenta con la cesárea y una variedad de fármacos para inducir o retrasar el parto, no se puede garantizar con exactitud el momento del mismo. Si surgen complicaciones, existe la posibilidad de que el niño nazca a una hora poco "propicia".
Entre los hindúes ortodoxos se suele cancelar la ceremonia de matrimonio si el novio llega tarde y se pasa la hora favorable determinada por los astrólogos.
El casamiento entre hindúes rara vez tiene lugar a menos que los astrólogos puedan equiparar los horóscopos del novio y la novia. En estos casos, los servicios computarizados son prácticos para brindar rápidos cálculos de compatibilidad.
Pero numerosos médicos no están conformes con la creciente influencia de los astrólogos y algunos aseguran que es otra forma de interferir en el dominio que tienen las mujeres sobre sus cuerpos en este país.
"Si no hay otras complicaciones, en lo posible intentamos complacer a los padres. Después de todo, ellos también deben tener una buena actitud hacia el nacimiento", explicó una médica del prestigioso Instituto de Ciencias Médicas de India.
Las cesáreas pueden provocar infecciones de la vejiga o el riñón, hemorragias uterinas y parálisis temporal de los intestinos y las funciones excretorias, explicó.
También existen pruebas de que las cesáreas impiden el normal desarrollo de la relación entre madre e hijo porque los mantiene separados durante varias horas tras el parto.
Tras la cesárea, la madre debe ser sedada, recibe antibióticos y el amamantamiento se interrumpe, explicó la especialista del Instituto. Los hospitales estatales aún prefieren los partos naturales, agregó.
Debido a que los nacimientos planeados según los cálculos astrológicos se realizan dentro de los límites de las clínicas privadas, no existen estadísticas sobre la magnitud del problema. Los médicos aseguran que la popularidad de la práctica aumenta en los centros urbanos.
Pero en este país pobre, donde la mitad de los partos tienen lugar sin asistencia médica, nadie piensa que la cuestión de las cesáreas en las clínicas privadas sea un problema por el que valga la pena preocuparse. (FIN/IPS/tra-en/rdr/an/aq-ml/he-cr/98