América Latina y la Unión Europea han trabajado en conjunto para constituir el Tribunal Penal Internacional (TPI), sostuvo la subsecretaria de Relaciones Exteriores de Italia para América Latina, Patrizia Toia.
La Conferencia Internacional que se celebra en Roma para crear esta corte ingresó en su quinta y última semana en un ambiente de gran incertidumbre en torno al resultado.
Se duda si al final habrá acuerdo sobre el estatuto del TPI entre los delegados de 156 países que asisten desde el 15 de junio y hasta este viernes a las conversaciones en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
Italia mantiene estrechos contactos con las delegaciones de América Latina, región que tuvo un papel positivo y había mostrado "el deseo de llegar a la constitución de esta Corte, al igual que Europa", con excepción de Francia, dijo Toia.
"Creo que el puente entre Europa y América Latina" funcionó "una vez más en sintonía en esta importante cita internacional", agregó la funcionaria.
La funcionaria señaló que Estados Unidos, que se opone a la constitución de un TPI con amplios poderes, actuó con "con una excesiva cautela".
La preocupación de Washington no se justifica, porque la corte deberá actuar cuando la justicia en un país sea inexistente o demuestre voluntad de no perseguir a aquellos que cometieron un crimen.
"Como hablamos de países donde la justicia nacional existe, no veo el por qué de esta preocupación tan fuerte. Por lo tanto, esperamos, hasta el último, una actitud más abierta de Estados Unidos", agregó.
Se está perfilando una solución sobre la relación que tendrá el TPI respecto del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), explicó Toia.
Estados Unidos y Francia son dos de los países que plantean la subordinación de la corte al Consejo, mientras que la mayoría de las naciones se muestran partidarios de otorgarle independencia.
Toia postuló la independencia y eficacia de la Corte, sin subordinación respecto de organismo alguno, pero con establecimiento de una coordinación con el Consejo de Seguridad.
Un eventual fracaso de la conferencia en Roma "sería tan grave para toda la comunidad internacional, y no para un solo país, que no queremos ni siquiera tomar en cuenta" esa posibilidad, sostuvo la funcionaria.
"Significaría que toda la comunidad internacional debería admitir que no tiene fuerza ni capacidad para llegar a un resultado histórico para todo el mundo. Creo que la comunidad internacional no debería demostrar esta impotencia", sentenció.
Representantes de 156 países asisten a esta conferencia diplomática convocada para constituir a esta corte, que deberá enjuiciar casos de genocidio, crímenes de guerra y lesa humanidad.
Unos 5.000 delegados participan de la reunión, que fue inaugurada por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y el presidente de Italia, Oscar Luigi Scalfaro. Participan, además, representantes de 260 organizaciones no gubernamentales. (FIN/IPS/jp/mj/hd/98