En Cuba nacieron 12.000 personas más en 1997 que en 1996, pero esa diferencia no implicará cambios bruscos en los parámetros reproductivos de este país caribeño, donde hace 20 años que no se garantiza el reemplazo poblacional.
Juan Carlos Alfonso, director del Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) dijo que éste podría ser "el inicio de una tendencia de recuperación, siempre hacia niveles muy bajos".
Alfonso indicó que 1996 fue el año de menor fecundidad en Cuba en las últimas nueve décadas, por lo que se está hablando de un crecimiento que partió de una fuerte caída y habría que esperar una reafirmación para definirlo como tendencia.
Estadísticas preliminares de la ONE indican que al cierre del año pasado la isla tenía 11.094.000 habitantes, la densidad de la población era de 100,1 personas por kilómetro cuadrado y un crecimiento de cinco por cada 1.000 habitantes.
Una recopilación de datos que será presentada en un taller científico por el Día Mundial de Población que se celebra este sábado indica que los nacimientos crecieron de 140.300 en 1996 a 152.000 el año siguiente.
La reproducción bruta (hijas por mujer) pasó de 0,7 a 0,76, por debajo del mínimo estimado de 1,0 para garantizar el reemplazo poblacional. La fecundidad global creció de 1,44 a 1,56.
En 1997 se registraron en Cuba 13,7 nacimientos y siete defunciones cada 1.000 habitantes. La mortalidad infantil fue de 7,2 cada 1.000 nacidos vivos y la mortalidad en menores de cinco años de 9,4 cada 1.000 nacidos vivos.
El aumento de los nacimientos podría responder a que las mujeres nacidas durante la explosión demográfica de principios de los años 60 llegaron a los 34 y 35 años, pero los datos de fecundidad por edad de la madre aún no son públicos.
Según la última edición del Anuario Demográfico de Cuba, la población media femenina entre 15 y 49 años en 1996 sumaba algo más de tres millones, de las cuales 941.977 se encontraban entre los 30 y los 39 años.
Entre 1992 y 1996 la fecundidad pasó de 44 a 47,9 en mujeres de 30 a 34 años y de 16,2 a 17,2 en las que tenían de 35 a 39 años. Al mismo tiempo, entre los 25 y los 29 años la fecundidad disminuyó de 80,4 a 77,6.
Aunque la crisis económica que vive la isla hace ocho años no es la causante de la baja fecundidad, la situación se agudizó cuando muchas mujeres decidieron aplazar sus embarazos en espera de tiempos mejores.
Cuba concluyó a un ritmo acelerado una transición demográfica caracterizada por el paso de una fecundidad alta a una baja, descenso de la mortalidad y aumento de la esperanza de vida al nacer.
Este proceso se encuentra en su fase más avanzada en Uruguay, Argentina, Chile y Costa Rica. En el otro extremo, con fecundidad y mortalidad altas, figuran Haití y Bolivia.
Estudios especializados indican que en la primera mitad del siglo la esperanza de vida aumentó en Cuba de 38 a 59 años, un nivel 12 años superior al promedio de la región, y la alfabetización alcanzó el 76 por ciento.
En los años 50, la isla tenía uno de los más altos índices de urbanización en América Latina, que alcanzaba el 55 por ciento del total de la población. Con 3,6 hijos por mujer, la fecundidad se situaba entre las más bajas de la región, comparable con países de Europa.
Así, Cuba se acerca al tercer milenio con una población cada vez más envejecida, con pocas probabilidades de nuevas explosiones demográficas y la perspectiva de que en el 2025 se produzca una disminución absoluta de su población.
Si en 1950 la población de Cuba representaba 3,5 por ciento de la de América Latina, para el 2010 se espera que represente 1,9 por ciento. Hacia el 2020, una de cada cuatro personas tendrá 70 años o más.
"Para el 2020 tendremos alrededor de 400.000 personas de más de 80 años", dijo Alfonso.
Ese cambio en la estructura de edades, "indicador de desarrollo" que provocará serios impactos sobre el empleo, la salud pública y la seguridad social, constituirá "un costo muy grande para la familia y la sociedad", dijo el experto.
El cuadro, previsto desde fines de la década del 70, dejó de ser un simple pronóstico para los expertos, que no esperan un cambio radical en los parámetros reproductivos de la mujer cubana.
Fuentes especializadas atribuyen las tendencias reproductivas en Cuba a la profunda transformación experimentada en el rol social de la mujer desde los años 60, el considerable aumento de su nivel de instrucción y su incorporación al trabajo fuera del hogar. (FIN/IPS/da/ag-mj/pr/98