El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, dijo al cerrar un viaje de nueve días a China que una mayor libertad política es posible en el gigante asiático, pese a "fuerzas poderosas que resisten el cambio".
En una conferencia de prensa realizada el viernes en Hong Kong horas antes de retornar a Estados Unidos, Clinton señaló que ve al presidente Jiang Zemin y al primer ministro Zhu Rongji "cabalgando en la ola del cambio", en medio de la resistencia de otras figuras.
"Sí, creo que es posible", dijo cuando se le preguntó si la democracia sería viable.
Clinton es el primer presidente de Estados Unidos en visitar Hong Kong, que celebró el miércoles su primer año como región autónoma de China tras la entrega de Gran Britaña.
El presidente estadounidense fue el primer pasajero internacional en arribar en la noche del jueves al nuevo aeropuerto internacional de esa ciudad, construido a un costo de 20.000 millones de dólares.
Clinton elogió los avances en la no proliferación de armas, al informar que se logró el compromiso de China para un mayor control, y manifestó la esperanza de lograr con Cuba una relación similar a la que mantiene ahora con el gobierno chino.
En un discurso ante líderes empresariales, el presidente estadounidense prometió el respaldo de su país para sacar a Asia de la crisis financiera.
"Estados Unidos hará todo lo que pueda para ayudar a cualquier gobierno asiático que desee volver a la salud financiera", dijo a una reunión mantenida con empresarios estadounidenses y locales.
Aunque reconoció que la restauración de la estabilidad y el crecimiento "no será fácil", dijo confiar en que Hong Kong superará la crisis económica y ayudará a la región a salir de ella.
Refiriéndose a los hechos políticos en Hong Kong, Clinton dijo que la alta participación en las elecciones legislativas en mayo revelan que hubo "un mandato para mayor democracia, no menos".
La libertad de expresión y el derecho a protesta, que continuaron tras la entrega de la ex colonia británica a China hace un año, debe ser preservada, sostuvo Clinton.
Sobre la integración de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC), indicó que Estados Unidos aguarda el demorado ingreso de Beijing, pero advirtió que aún hay problemas.
El retraso del ingreso del país asiático se debe a la "tensión" entre los requisitos de la OMC de acceso al mercado y las "presiones" sufridas por el gobierno chino durante la profunda reforma de su economía.
Clinton hizo un llamado a la reforma política en Asia, pidiendo a los gobiernos que asuman la libertad política total como la mejor garantía para la estabilidad durante el siglo XXI.
"El respeto por los derechos humanos y el respaldo a los gobiernos representativos son moralmente correctos, y los mejores garantes de estabilidad en el mundo" del próximo siglo, aseguró.
La visita de Clinton a China fue criticada en Estados Unidos por un tratamiento superficial de los derechos humanos y hubo demandas de que no participara en una ceremonia de bienvenida en la plaza Tiananmen, en Beijing, donde en 1989 fueron masacrados cientos de civiles que demandaban democracia.
El jefe de Estado estadounidense destacó que "el éxito llegará a quienes invierten en el potencial positivo de su pueblo y no en armas para destruir a otros. El gobierno abierto y la ley son esenciales para una democracia duradera".
En relación a las pruebas nucleares realizadas en mayo por India y Pakistán, por las que recibieron sanciones económicas, Clinton dijo que su gobierno "hará todo lo que esté en su poder para evitar" que ambos países "sigan un camino a la destrucción".
"Estos países podrían lograr una grandeza fundamental en el siglo XXI, pero esto nunca sucederá si destinan recursos preciados de la población al desarrllo de grandes arsenales militares nucleares", advirtió. (FIN/IPS/tra-en/mh/ral/lp/ip/98