La primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina Wajed, enfrenta una crisis política y económica mientras su rival y antecesora Khaleda Zia saca ventaja de cada oportunidad para atacar al gobierno.
El gobierno es acusado de corrupción e indisciplina, y se lo responsabiliza de la violencia en los campus universitarios, la falta de energía eléctrica y otras carencias, la mayoría problemas heredados.
"Es tiempo de que el partido gobernante deje el poder o el pueblo lo obligará a hacerlo", dijo la líder opositora este mes en un acto contra el gobierno en esta capital.
"Pediremos al presidente que llame a elecciones, dado que el gobierno fracasó en todos los sectores", dijo Zia a sus simpatizantes, quienes demandan la salida del gobierno desde que su partido perdió el poder ante la Liga Awani en junio de 1996.
La Liga Awami, el partido de la independencia del país, y el opositor Partido Nacional de Bangladesh (BNP) se han turnado en el gobierno desde el fin de un largo período de ley marcial en diciembre de 1990.
La primera ministra Hasina no se perturbó ante las protestas y reuniones públicas lideradas por la oposición. Respondiendo al llamado a la renuncia de su rival, Hasina dijo que la oposición deberá esperar para que su gobierno ponga fin al mandato de cinco años.
Sin embargo, el respaldo público al gobierno registró una caída. La mayoría de la gente en las zonas rurales está descontenta con los bajos precios de los cultivos comercializables.
Además, los comerciantes en las áreas urbanas se quejan del aumento de la delincuencia y los secuestros para obtener rescates.
Grupos de mujeres afirman que los casos de ataques sexuales contra mujeres y niñas aumentaron en forma alarmante, y que el gobierno no toma medidas. A la vez, cada vez son más las mujeres jóvenes desfiguradas con ácido que les arrojaron pretendientes rechazados.
Propietarios de fábricas y habitantes urbanos son acosados por persistentes cortes de energía, mientras el gobierno y las autoridades del sector no logran resolver el problema.
La primera ministra retiró hace pocos meses al ministro de Energía, el general retirado Nooruddin Khan, pero la situación no presentó cambios.
El semanario "The Courier" ironizó en un editorial que la primera ministra "no debe olvidar que el poder es lo que necesita para mantenerse en el poder".
El gobierno dice haber alcanzado una buena proporción de éxito en dos años. La inauguración el mes pasado de un puente polifuncional de 750 millones de dólares, construido para unir las dos mitades del país sobre el río Jamuna es el último triunfo.
Otros aciertos fueron la firma de un acuerdo de paz en los montes Chittagong, que puso fin a un movimiento insurgente de dos años, y el histórico acuerdo que comparte el agua del Ganga con India, considerado un gran logro.
El mes pasado, el opositor BNP y sus aliados organizaron una "larga marcha" de 400 kilómetros desde Dhaka a los montes Chittagong en protesta contra el acuerdo.
El secretario del BNP Mannan Bhuiy acusó al gobierno de complacer a la vecina India, y dijo que Nueva Delhi estuvo involucrada en el acuerdo en los Chittagong.
El BNP cree que la Liga Awami, a la que acusa de favorecer a India, vendió los intereses del país en el pacto por el agua del Ganga.
La oposición es menos crítica de la gestión económica del gobierno. La economía logró índices de crecimiento de más de cinco por ciento, descritos como un "éxito extraordinario".
Otros elogios provinieron del economista Wahdiduddin Mahamud, quien dijo que las reformas del sector bancario podrían lograrse con una implementación más acelerada.
La Liga Awami sacó provecho de estos trofeos, y líderes del partido afirman que el gobierno logró evitar la caída financiera que azotó a las económias del sudeste de Asia. La moneda del país, la taka, apenas se devaluó en relación al dólar.
Mientras, los pronósticos para el sector agrícola vuelven a ser promisorios. Los índices de crecimiento de los últimos dos años han sido los más altos registrados, aunque la mayoría de los agricultores fueron perjudicados por los bajos precios.
El gobierno de la Liga Awami no recortó el presupuesto de bienestar social. Por el contrario, introdujo por primera vez una pensión a la tercera edad de dos dólares al mes, Y mantuvo los subsidios de los fertilizantes. (FIN/IPS/tra-en/ti/an/lp/ip/98