El tabaco, utilizado para conquistar amores, hacer maleficios, ganar batallas y pedir deseos a los dioses, es una vieja tradición de la cultura maya, que en los últimos tres años tuvo un auge en Honduras.
Pero sus misterios, cualidades y usos siguen siendo un enigma para antropólogos e historiadores, que le atribuyen numerosas propiedades que conforman uno de los secretos mejor guardados por los mayas.
Originario de América, el tabaco fue llevado a Europa por los españoles a fines del siglo XVI.
En Honduras, está muy arraigado en las comunidades indígenas lencas y mayoides.
Los misterios que rodean al tabaco son "indescifrables y sólo se sabe que los mayas le dieron una gran importancia mística", dijo a IPS el historiador hondureño Marvin Barahona.
Se presume que los mayas aumentaron el uso del tabaco a su llegada a América Central, unos 2000 años antes de Cristo, y ello les permitió mejorar su nivel de vida. Su explotación se dio a la par del maíz y el cacao.
En la actualidad, las comunidades indígenas utilizan el tabaco con fines medicinales, y le atribuyen propiedades para curar el asma y otras enfermedades respiratorias agudas, según Barahona.
En el oeste de Honduras, los pueblos chortís, descendientes directos de los mayas, dan al tabaco usos que van desde adivinar el futuro o espantar los malos espíritus hasta su invocación para pedir la lluvia en busca de mejores cosechas.
Los mayas usaban el tabaco incluso como protección contra la muerte. De allí que era normal que los indígenas untaran en su rostro tabaco molido y luego lo frotaran en el pecho y los brazos para ahuyentar a Pucuch, el dios de la muerte.
Si Pucuch quería acercarse a un indígena para llevárselo, el olor de la hierba le generaba rechazo y desistía de su propósito original, comentó Barahona.
Pero también creían que era un dios y, según anécdotas mayas, pensaban que los "chacs" (dioses de la lluvia) eran grandes fumadores. Cada chispa que salía de los habanos la atribuían a pequeños cometas que enviaban los "chacs" para protegerlos.
Uno de los usos más comunes que se da hoy al tabaco es para hacer o deshacer maleficios, según los Santeros o hechiceros, que practican la "oración del puro", un rito muy común en aspectos sentimentales.
Nueve puros amarrados entre sí con colores diferentes, que simbolizan la clase de "amarre" o "trabajo" que se quiere hacer, es parte de este rito, cuya práctica no excluye a ningún sector social.
Mélida Molina, una investigadora de la cultura maya, dijo a IPS que "la hierba", como llamaban los mayas al tabaco, también servía para "hacer amistades, ganar batallas e incluso fumar la paz".
Sus usos eran múltiples. "Era normal que un indígena se fumara más de algún tabaco como preámbulo para conquistar una indígena, ya que creían que su humo tenía toques mágicos que encantaban a las mujeres", afirmó la experta.
En la era moderna, el uso del tabaco es más comercial, las fábricas encargadas de su elaboración se especializan cada vez más para ofrecer a los clientes habanos compactos y atractivos, que den un toque de elegancia a su personalidad en aras de concretar también "buenos negocios" comerciales o amorosos.
Hasta hace tres años, el tabaco en Honduras era un producto no tradicional ligado a una historia milenaria, pero la calidad que adquiere la elaboración de los habanos ha servido para que este país centroamericano ocupe el tercer lugar a nivel mundial, despúes de Cuba y República Dominicana. (FIN/IPS/tm/ag/cr/98