El gobierno de México aseguró que no descuidará sus relaciones con El Salvador, Guatemala y Honduras, con quienes el proceso de apertura comercial avanza con lentitud, aunque su prioridad es ahora la negociación de un tratado de libre comercio con la Unión Europea (UE).
Fuentes de la cancillería indicaron que, en la reunión cumbre del viernes y el sábado del mecanismo de diálogo y concertación de Tuxla, México respaldará un programa de cooperación regional que ponga acento en la liberalización de los mercados.
El objetivo de México es concretar antes que finalice el año un acuerdo comercial con El Salvador, Guatemala y Honduras, los tres países del llamado Triángulo Norte, un bloque que forma parte de mecanismo de integración Tuxtla, en el que participan además Belice, Costa Rica, Nicaragua y Panamá.
México mantiene acuerdos de libre comercio con Costa Rica y Nicaragua, se encuentra en negociaciones con Panamá y los países del Triángulo Norte y está por iniciar conversaciones con Belice.
Las tratativas con el Triángulo Norte están obstaculizadas por diferencias en torno de la lista de productos que gozarían de acceso preferencial al mercado mexicano como la carne, el azúcar y el aceite de palma africana.
Sin embargo, la última propuesta de México sobre tasas y plazos de desgravación es tentadora y promete llevar a buen puerto las negociaciones, pues ofrece por primera vez ventajas mutuas en materia de acceso a los mercados, indicó el viceministro hondureño de Comercio Exterior, Hernán Erazo.
Las conversaciones con el Triángulo Norte se pospusieron por diversas razones, entre ellas los cambios de gobierno y en consecuencia de los grupos negociadores, explicó por su parte el secretario de Comercio de México, Herminio Blanco.
Expertos consultados por IPS aseguran que en la cumbre de Tuxtla, la tercera de su tipo desde 1991, esas tratativas recibirán un nuevo impulso, a pesar de que México reserva su mayor esfuerzo negociador a un convenio con la UE, uno de los mercados más grandes y poderosos del mundo.
México y la UE lanzaron formalmente el este martes en Bruselas las negociaciones para un tratado de libre comercio que permitirá aumentar las inversiones europeas en este país y las exportaciones mexicanas a los 15 países integrantes del bloque europeo.
Eliminar los aranceles y generar más empleos son algunos de los propósitos que busca México en su acuerdo con la UE, el primero que firmaría Europa con un país latinoamericano.
Paralelo a ese interés con la UE, México pretende fortalecer su relación comercial y de cooperación con América Central y de esa forma asegurarse que la ayuda especial que brinda a esa zona, como entrega de petróleo a precios preferenciales, se traduzca en efectivo crecimiento y desarrollo.
El foro de Tuxtla surgió en 1991 como una iniciativa del gobierno mexicano para acercarse a América Central, tras el fin de los conflictos bélicos de la década pasada en esa regió. La última cita presidencial del foro se realizó en San José de Costa Rica en 1996.
En la reunión presidencial de San José se indicó que los frutos de los acuerdos suscritos se verán sólo en cinco o 10 años más, cuando logre consolidarse la proyectada zona de libre comercio mesoamericana (América Central y México), que tiene un mercado de más de 120 millones de consumidores.
La coyuntura internacional exige que México y América Central otorguen nuevo impulso a su esfuerzo de cooperación con fórmulas para abordar de manera integral problemas globales como la pobreza, la migración, el narcotrafico y la preservación del medio ambiente, señaló el vicecanciller mexicano Carlos de Icaza.
México implementa desde hace más de una década acuerdos de alcance parcial bajo los cuales más de 3.000 productos de El Salvador, Honduras y Guatemala tienen acceso preferente al mercado mexicano, ventaja que los beneficiados agradecen, pero que consideran ya insuficiente.
Los acuerdo de alcance parcial, que garantizaron un mayor acceso de mercancías centroamericanas a México e impulsaron el sector exportador de la región, dejarán de operar cuando se concreten las negociaciones para un tratado comercial.
Uno de los saldos de la cumbre de Tuxtla II, celebrada en 1996 en Costa Rica, fue precisamente la renovación de los acuerdos de alcance parcial, contemplados dentro de los convenios de cooperación suscritos en ese contexto.
De acuerdo con el Banco Nacional de Comercio Exterior de México, las exportaciones conjuntas de los países del Triángulo Norte a este país ascendieron en 1997 a 110,8 millones de dólares, cifra superior en 37 por ciento a la registrada en 1993.
El mercado de 90 millones de mexicanos es ambicionado por toda América Central, pero hasta ahora los más beneficiados han resultado Costa Rica y Nicaragua, firmantes de acuerdos de libre comercio, además de Guatemala, considerado el principal socio comercial de México por cuestiones de vecindad geográfica.
Estadísticas oficiales indican que en el primer trimestre de 1998 Guatemala importó de México productos por un monto de 178 millones de dólares, mientras exportó a su contraparte por 17,3 millones de dólares.
Para México, que tiene una producción exportable de más de 100.000 millones de dólares -más de 20 veces superior a cualquiera de los países centroamericanos- las ventas a América Central representan una parte ínfima de su capacidad comercial.
La reunión de Tuxtla III congregará a los presidentes Ernesto Zedillo, de México, Armando Calderón, de El Salvador, Alvaro Arzú, de Guatemala, Carlos Flores, de Honduras, Arnoldo Alemán, de Nicaragua, y Miguel Angel Rodríguez, de Costa Rica.
También participarán el primer ministro de Belice, Manuel Esquivel, y el canciller de Panamá, Ricardo Alberto Arias, quien representará al presidente Ernesto Pérez Balladares. (FIN/IPS/rr/ff/ip if/98