La Organización de las Naciones Unidas (ONU) planifica ayudar al gobierno de Albania a recuperar unas 650.000 armas de pequeño porte y piezas de artillería que cayeron en manos de la población civil en los disturbios de 1997.
Jayantha Dhanapala, subsecretario de Asuntos de Desarme de la ONU, informó que el organismo internacional y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) iniciarán un proyecto piloto para la recuperación de armas en agosto.
La reunión de las armas estará ligada a programas de desarrollo en Albania.
La quiebra de varias instituciones financieras en febrero de 1997 provocó el pánico entre los pequeños ahorristas, y culminó con una serie de violentas manifestaciones callejeras y el robo de armas.
La mayoría de las armas fueron robadas por albaneses que perdieron sus ahorros, ganado y hogares para comprar acciones en el fracasado esquema financiero, que había prometido grandes ganancias por sus inversiones.
Dhanapala, que el mes pasado lideró una misión de evaluación de la ONU de cinco miembros a Albania, dijo que la recolección de armas está prevista como un proceso que dará empleo a quienes entreguen sus armas voluntariamente.
Las armas perdidas incluyen 351.000 rifles, 25.000 ametralladoras, 226.000 rifles de asalto, 2.450 lanzadores de granadas y 1,5 millones de cargas de municiones y piezas de artillería, y un millón de minas antitanques.
En su mayoría de origen albanés, chino, italiano, ruso y yugoslavo, las armas fueron tomadas de bases militares en todo el país.
Desde una amnistía en agosto de 1997, el gobierno dice haber recuperado alrededor de 10 por ciento de las armas y cerca de tres por ciento de las municiones.
El equipo de cinco miembros, que llegó a Albania invitado por el gobierno, hizo una serie de recomendaciones en un informe presentado en la sede de la ONU en Nueva York.
El informe indica que el programa nacional "sólo puede concebirse en el contexto de la continuación del proceso de democratización, el mejor clima económico y la mayor confianza pública en las instituciones responsables del mantenimiento de la ley y el orden en el país".
Las motivaciones civiles para retener las armas varía de la defensa propia a su posible valor a cambio de una recompensa. El promedio de los civiles en posesión de armas robadas es de entre 17 y 55 años, y casi 30 por ciento de ellos están desempleados.
El informe indica que los incentivos monetarios por la entrega de las armas tendría un impacto inflacionario, por lo cual la ONU se inclina por proyectos de desarrollo.
La misión de la ONU también destacó que, ante la baja incidencia de la pequeña delincuencia y la violencia cometida por los civiles en posesión no autorizada de armas, el programa buscará su meta mediante el estímulo de la entrega voluntaria.
El proyecto fue promovido por la guerra en Kosovo, la provincia separatista de Serbia con mayoría albanesa. Albania cree que la guerra en la provincia fronteriza podría hacer que algunos albaneses abastecieran armas o encontraran una causa común con sus hermanos étnicos.
La misión de la ONU aseguró que el gobierno de Albania se comprometió a destruir la mayoría de las armas recolectadas debido a su antigüedad, por ser inapropiadas para un aparato de seguridad nacional modernizado.
La ONU ha estado involucrada en programas similares de recuperación de armas en países como Angola, Camboya, Guatemala, El Salvador, Honduras, Malí, Mozambique, Nicaragua y Somalia. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/lp/ip/98
