La baja participación de los votantes invalidó técnicamente el referéndum del domingo en Portugal para confirmar o derogar una ley que permite el aborto por voluntad de la mujer hasta la décima semana de embarazo.
Para ser válida, la consulta popular necesitaba una participación de más de 50 por ciento del electorado, pero sólo votaron 32 por ciento de los ciudadanos habilitados, lo que determinó que el resultado no sea vinculante para el Parlamento.
No obstante, por el "No" se pronunciaron 50,9 por ciento de los votantes, o sea a favor de la ley vigente que permite el aborto hasta la décimosegunda semana de embarazo sólo si este implica un riesgo para la salud de la mujer, si el feto es inviable o en caso de violación.
El "Sí" obtuvo 49,09 por ciento de los votos.
El resultado fue sorprendente. Los sondeos de opinión indicaban una clara mayoría a favor del "Sí", aunque los partidarios de la iniciativa tenían una ventaja de 30 puntos al principio de la campaña, la cual se redujo a seis puntos porcentuales en los últimos días.
El resultado del domingo generó dudas entre los legisladores sobre la conveniencia de promulgar la ley aprobada en febrero, que amplía el alcance de la ley vigente, sin el respaldo del referéndum.
"Ahora el Parlamento puede legislar con legitimidad sobre el aborto", dijo en conferencia de prensa el portavoz del Partido Socialista Antonio Jose Seguro.
Varias figuras socialistas habían respaldado el "No", entre ellos el primer ministro Antonio Guterres. El opositor Partido Social Demócrata sostuvo que la abstención del electorado indica que el aborto no es una prioridad para el pueblo portugués y que la gente está conforme con la ley actual.
Los opositores a la ley aprobada en febrero, aunque no pudieron detenerla, lograron imponer el requisito de que la norma fuera sometida a referéndum entre los 8,4 millones de votantes habilitados.
La Comisión Electoral Nacional informó que el porcentaje de abstención fue el más alto registrado desde la recuperación de la democracia en 1974.
Antes de la consulta, los observadores políticos señalaron que la campaña carecía de una dimensión política ya que los partidos Socialista, Social Demócrata y Demócrata Cristiano no se habían pronunciado sobre el referéndum.
El resultado fue la falta de interés en la campaña y la baja participación popular, mientras los medios de comunicación centran su atención en la Campeonato Mundial de Fútbol en Francia.
La ley aprobada en febrero permitiría el aborto por voluntad de la mujer hasta la décima semana de embarazo, en respuesta a la creciente cantidad de abortos ilegales y los pocos que se realizan en los hospitales.
Los defensores de la ley señalan que, según se estima, en este país se producen entre 16.000 y 20.000 abortos ilegales cada año, mientras el Ministerio de Salud Pública calcula que los hospitales tratan a unas 10.000 mujeres por año debido a operaciones realizadas en condiciones indebidas.
Por ley, las mujeres pueden pasar hasta tres años en prisión por someterse a un aborto ilegal, pero la norma nunca se ha aplicado. (FIN/IPS/tra-en/abr/rj/aq-lp/he-ip/98