DROGAS: México insiste en su libreto, que baje el consumo

La guerra contra las drogas está perdida si no diminuye el consumo y se asume que ningún país es policía o juez en la materia. Esa es la máxima que lleva México a la sesión especial de la Asamblea General de la ONU que analizará el asunto desde este lunes.

El presidente de México, Ernesto Zedillo, se presentará en la sesión, cuya celebración propone su gobierno desde 1995, en momentos que afronta por enésima vez tensiones diplomáticas con Estados Unidos, precisamente por el problema del combate contra el narcotráfico.

El discurso y las propuesta del Zedillo en la sede de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), en Nueva York, será similar al expresado en ocasiones anteriores por sus antecesores en el cargo y por otros gobiernos, que hace varios años piden la consideración multilateral del problema.

"La cita podría servir para crear un nuevo régimen de responsabilidades, en el cual México o Colombia no sean siempre culpados por el problema", dijo Jorge Chabat, director del área de Asuntos Internacionales del Centro de Investigación y Docencia Económica de México.

Sin embargo, no parece que Estados Unidos vaya a comprometerse a abandonar sus estrategias de presión y sanciones, o que la ONU cambie su visión contra las drogas, donde priman ideas policíacas y represivas, preve Chabat.

La Asamblea General de la ONU, máxima instancia del foro mundial, celebrará del lunes al miércoles una sesión especial a la que se ha denominado "Cumbre sobre las Drogas" debido a la asistencia de numerosos jefes de estado y de gobierno, entre ellos 14 latinoamericanos y el estadounidense Bill Clinton.

La cancillería de México informó que Zedillo invitará en la sesión a Estados Unidos y a los demás países a participar en una campaña mundial para desalentar el consumo de drogas.

Ojalá Washington apoye la propuesta, pues es claro que la "acción policíaca no da garantía para eliminar el consumo de drogas", declaró la canciller mexicana, Rosario Green.

Vecino del más grande consumidor de drogas del planeta y puerta principal para la salida de esos productos, México mantiene con Estados Unidos una relación que va desde aplauso mutuo y las promesas de buena vecindad hasta las acciones unilaterales, los reclamos y las amenazas de juicios.

Tres meses después de firmar un plan bilateral contra el narcotráfico, Washington informó en mayo que realizó durante los últimos tres años, sin el conocimiento de México, una operación para desmantelar redes de lavado de dinero, para lo cual recurrió a la acción de agentes encubiertos.

Además, reiteró que a pesar de las protestas de muchos gobiernos, entre entre ellos el de su vecino del sur, continuará calificando cada año a través del denominado proceso de certificación la política antidrogas de los países productores y de tránsito.

México pidió explicaciones detalladas a Washington sobre la última operación contra el lavado de dinero y solicitó los nombres de los agentes extranjeros que actuaron ilegalmente en México para proceder a su juzgamiento.

La respuesta de Estados Unidos fue que no se darán los nombres y que se lamenta los inconvenientes diplomáticos causados, pero que se repetirá la acción si es necesario.

Bruce Bagley, académico de la Universidad de Miami, vaticinó que en la reunión convocada por la ONU, Estados Unidos prometerá apoyar el proyecto multilateral contra el narcotráfico, pero finalmente no lo respetará.

El proyecto que salga de la ONU será declarativo y no contemplará ningún tipo de sanciones reales para quienes lo incumplan, señaló Bagley.

El secretario (ministro) de Salud de México, Juan Ramón de la Fuente, indicó que aún antes de conocer las conclusiones de la reunión, su país ya se da por satisfecho, pues en los últimos años "se construyó un consenso en el mundo sobre la importancia que tiene combatir el consumo de drogas".

"Es un error empezar a enfrentar el gran reto del narcotráfico y la drogadicción desde el ámbito puramente policíaco, y si esto persiste nos quedaremos a la zaga", declaró de la Fuente.

La canciller Green informó que es probable que Zedillo se reúna con Clinton el marco de la sesión especial de la Asamblea General de la ONU.

El objetivo de la reunión bilateral sería revitalizar la cooperación antidrogas en un marco del respeto a la soberanía, explicó la canciller.

Portavoces de Washington y México reconocen que las relaciones entre sus países pasan ahora por un momento crítico, que podría disiparse con un acercamiento directo entre los presidentes. (FIN/IPS/dc/mj/ip/98

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