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El desarrollo humano amenaza la existencia de casi 60 por ciento de los arrecifes de coral del mundo, advirtió un estudio de la organización ambientalista Instituto de Recursos Mundiales (WRI).

La saturación pesquera, las prácticas de pesca destructiva, el desarrollo de las costas y la contaminación resultante de las actividades terrestres y marítimas son las principales causas de destrucción de los arrecifes, según el estudio.

Los arrecifes que corren mayor peligro son los del sudeste de Asia, donde 82 por ciento se encuentran en riesgo mediano o elevado, así como más de la mitad de Medio Oriente, el Caribe y el océano Indico.

"Como los bosques tropicales, los arrecifes albergan gran parte de la riqueza de especies del planeta, y los humanos los degradan rápidamente. Pero sabemos mucho menos sobre el estado del coral que el de los bosques", dijo uno de los redactores del informe, Dirk Bryant.

El informe, "Arrecifes en Riesgo", es una iniciativa conjunta de WRI, el Centro Internacional para la Administración de Recursos Acuáticos Vivos, de Manila, el Centro de Control de la Conservación, de Gran Bretaña, y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, de Nairobi.

A pesar de su edad -algunos de los arrecifes corales vivos tienen unos 2.5 millones de años-, se sabía muy poco sobre su cantidad y estado hasta que, en 1988, el Centro de Control de la Conservación realizó una investigación pionera en 108 países.

El Centro publicó el primer mapa mundial de arrecifes superficiales recién en 1996.

Los arrecifes ocupan menos de 0,25 por ciento del ambiente marino de la tierra, pero contienen más de 25 por ciento de las especies marinas de peces conocidas, indica el informe.

"Los arrecifes de corales se encuentran entre los ecosistemas más valiosos del planeta debido a su inmensa riqueza biológica y a los servicios económicos y ambientales que proporcionan a millones de personas", asegura el informe.

Los arrecifes brindan a los humanos recursos vivos como peces, servicios como turismo, y la protección de olas y tormentas en costas habitadas, con un valor aproximado de 400.000 millones de dólares por año, según una estimación.

La preocupación sobre estos hábitats aumenta a medida que se sabe más al respecto. Un conocido informe de 1993 sostiene que 10 por ciento de los arrecifes del mundo estaban muertos y que 30 por ciento tenían fuertes probabilidades de morir en los próximos 20 años.

Pero el informe Arrecifes en Riesgo asegura que estos datos estaban basados en evidencia anecdótica y "adivinanzas" científicas. En la actualidad, aún no se evaluó el estado de 90 por ciento de los arrecifes del mundo.

El nuevo informe, calificado por sus autores como la "primera evaluación mundial sistemática y basada en datos" científicos de los arrecifes, es un intento de combinar lo que se sabe sobre los 800 arrecifes dañados que fueron estudiados, con mapas y otro tipo de información sobre los restantes, para indicar la naturaleza y magnitud del riesgo que corren.

En definitiva, las conclusiones del informe representan una estimación, en lugar de un catálogo, del daño verdadero de los arrecifes.

El informe halló que 58 por ciento de los arrecifes del mundo se encuentran en riesgo mediano o elevado debido a la actividad humana, la excesiva explotación de la pesca y el desarrollo costero.

Es probable que esta estimación sea conservadora, porque no considera los riesgos futuros, como el crecimiento demográfico o el recalentamiento planetario causado por las emisiones de gases invernadero.

Muchos científicos consideran que los gases invernadero contribuyen a elevar las temperaturas oceánicas y a aumentar la frecuencia de las tormentas. Ambos fenómenos afectan a los arrecifes, según el informe.

El estudio también afirma que los arrecifes del sudeste asiático, sobre todo los de las Islas Australes, en Singapur, el de Bolinao, en Filipinas, el de Scarborough, en el mar de China meridional, y el de las Islas Seribu, en el mar de Java, cerca de Yakarta, se encuentran entre los 12 más amenazados del mundo.

Otros arrecifes en peligro son los Cayos de Florida, de Estados Unidos, Bahía Las Minas, de Panamá, el llamado Jamaica, perteneciente al país homónimo, la Riviera del mar rojo, en el golfo de Aqaba, cerca de Jordania, Israel y Egipto, y varios más de soberanía estadounidense en el Pacífico central y occidental.

Los arrecifes de Florida corren peligro debido al filtrado de fertilizantes y otros contaminantes procedentes de granjas y el desarrollo costero.

Los riesgos para los arrecifes de Hawai son el rápido crecimiento demográfico y la urbanización, lo que genera aguas servidas, drenajes, construcción, pesca excesiva y contaminación industrial.

Casi dos tercios de los arrecifes del Caribe se encuentran en peligro, según el informe. Los más amenazados son los de Barbados, Islas Vírgenes de Estados Unidos, y Jamaica, afectados por la pesca excesiva y la contaminación. "Muchos se parecen a cementerios, cubiertos con algas y sin peces", añade el estudio.

Esa destrucción, sobre todo la ocasionada por el desarrollo de las costas y la pesca excesiva, es nociva para la población humana. El informe menciona la necesidad económica del turismo en el Caribe, que depende en gran medida del bienestar de los arrecifes de coral.

Además, los arrecifes y los peces que atraen son una fuente vital de alimento para gran parte de los países más pobres del mundo, sobre todo en la región del océano Indico.

A pesar de la tendencia actual, existe cierta esperanza. Algunos países hallaron la forma de preservar los arrecifes sin sacrificar el desarrollo económico. Entre ellas se encuentran la creación de parques marinos y zonas protegidas, pero sólo hay 400 en el mundo y algunas no mayores de un kilómetro cuadrado.

El informe enfatiza la necesidad de leyes y normas ambientales más severas, y señala que más de 40 países no tienen zonas protegidas para conservar sus arrecifes. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/aq-lp/en/98

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