México escala posiciones económicas a los ojos del empresariado mundial y el gobierno afirma que todo marcha sobre ruedas, a pesar de la baja de los precios del petróleo. Pero la polarización social y la pobreza se agravan.
Según el índice de competitividad mundial difundido este miércoles por el Instituto para el Desarrollo Empresarial (IDE), con sede en Suiza, México avanzó en 1997 del lugar 40 al 34 en una lista de 46 países liderada por Estados Unidos.
El desplazamiento se debió a las mejoras económicas alcanzadas luego de la dramática contracción derivada de la crisis de fines de 1994 y su onda expansiva conocida como efecto tequila, de acuerdo con el informe.
Autoridades, banqueros e inversionistas se mostraron satisfechos por la nueva calificación, pero la noticia fue opacada por la divulgación de un informe sobre pobreza y otro sobre el impacto social de los dos ajustes fiscales aplicados este año para enfrentar la caída del precio del petróleo.
El estatal Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) informó que las condiciones de vida de la población en extrema pobreza se mantuvieron intactas los últimos 15 años y que la polarización social se convirtió "en la marca del México contemporáneo".
Mientras el ingreso mensual promedio por persona del país es de alrededor de 75 dólares, en la comunidades rurales apenas llega a 37 y en lugares de alta marginalidad, como el estado de Chiapas, en el sur, a 18,6 dólares.
En materia de escolaridad, el promedio nacional es hoy de 7,2 años, pero en las zonas rurales baja a 4,9 y en Chiapas a 2,9.
"Sin analizamos las condiciones de desarrollo en el largo plazo, se puede decir que hemos mejorado especialmente en educación, pero hay que reconocer que no todos se benefician", dijo José Gómez, director de Progreso.
En rubros como abastecimiento de agua, condiciones de vida, servicio básicos e infraestructura para el desarrollo familiar no se advierten mejoras desde 1983, indicó el funcionario.
Revertir las desigualdades, duplicar el ingreso por persona y abatir la pobreza extrema que afecta a 10 millones de personas insumirá al menos 20 años, siempre que el crecimiento económico sea superior a cinco por ciento anual, según el gobierno.
El plazo quizá sea mayor, pues la expectativa de crecimiento para 1998 bajó de 5,2 a 4,8 por ciento luego de que el gobierno aplicó en el primer trimestre dos recortes fiscales para enfrentar la caída de los precios del crudo, cuyas ventas financian 40 por ciento del presupuesto del Estado.
El ajuste, decretado para proteger los indicadores macroeconómicos y "dar señales positivas" a los inversionistas, según las autoridades, restó casi 400 millones de dólares de los recursos para al desarrollo social y el combate a la pobreza.
Clara Brugada, presidenta de comisión de Desarrollo Social de la Cámara de Diputados, acusó al gobierno de Ernesto Zedillo de engañar a la población al asegurar que los ajustes prespuestarios no afectarían la inversión social.
La pobreza se agrava, mientras lo único que le importa al gobierno es mantener contentos a inversionistas, exportadores y otros sectores favorecidos, acusan los partidos de oposición.
El gobierno de Zedillo advirtió que podría aplicar un tercer recorte al gasto público porque el precio del crudo no subió lo esperado luego de los recortes de producción anunciados semanas atrás por los países exportadores, entre ellos México.
El objetivo es mantener finanzas sanas y evitar las crisis económicas recurrentes, expresó el secretario (ministro) de Hacienda, José Gurría.
Por los pronto y gracias a los ajustes, la economía mexicana marcha dentro de lo previsto y se consolida como una de las más fuertes del mundo, según el Fondo Monetario Internacional.
El país no está en crisis y las finanzas van sobre ruedas, como lo demuestra la calificación otorgada por el IDE, el comportamiento positivo de los negocios bursátiles, el nivel de inversiones foráneas y la estabilidad de la moneda, aseguran las autoridades.
Pero los problemas de desarrollo social permanecen y se agravan. Estadísticas oficiales indican que más de 50 millones de mexicanos, más de la mitad del total de la población, viven en la pobreza. (FIN/IPS/dc/mj/if/98
