La derecha italiana, que ha hecho un gran esfuerzo por desembarazarse de su pasado fascista, se enfrascó hoy en un debate sobre la discriminación a los homosexuales.
El líder de la derechista Alianza Nacional (AN), Gianfranco Fini, se declaró en un programa de televisión transmitido este miércoles contrario a que un homosexual declarado pudiera ser profesor de una escuela primaria.
Fini, cuyo movimiento político es una de las dos fuerzas más importantes de la coalición opositora centroderechista Polo de la Libertad, asoció incluso la homosexualidad a la pederastia (abuso sexual de niños y niñas). En ese sentido, dijo que algunos consideran que esta conducta también es normal.
El dirigente derechista afirmó que 95 por ciento de los italianos comparte su posición.
Pero la diputada de AN Alessandra Mussolini, nieta del dictador Benito Mussolini, replicó que el líder de su partido se había equivocado al parangonar homosexualidad y pederastia.
Mussolini dijo que "hay muchos heterosexuales que van a la Iglesia y después violan niñas", mientras "hay entre los homosexuales excelentes personas".
El diputado Marco Taradash, perteneciente al partido Forza Italia, aliado a la AN, sostuvo que la posición de Fini es "minoritaria en la sociedad e incluso en el Polo de la Libertad".
Sin embargo, las afirmaciones de Fini no sorprenden porque "son las tradicionales de la derecha conservadora", concluyó Taradash.
El ministro de Educación del gobierno de centroizquierda, Luigi Berlinguer, se negó siquiera a considerar la eventual discriminación contra profesores en base a su sexualidad, como pidió Fini.
Berlinguer se declaró sorprendido de la equiparación que trazó el líder derechista entre homosexualidad y pederastia. El abuso de menores constituye un delito y un acto inmoral, recordó.
"He conocido profesores 'gay' que han sido grandes educadores y que con su sensibilidad, inteligencia y cultura han marcado positivamente la vida de los niños", afirmó el ministro, quien pertenece al ex comunista Partido Democrático de Izquierda (PDS), la principal fuerza del gobierno.
La diputada Gloria Buffo, también del PDS, manifestó que "la posición de Fini es gravemente discriminatoria y racista".
Athos De Luca, senador de los Verdes, recordó que "el maestro Leonardo Da Vinci era homosexual, al igual que muchos filósofos, artistas y científicos, y esto no ha influido negativamente en sus discípulos".
El presidente de la asociación de homosexuales Arcigay, Franco Grillini, sostuvo que Fini demostró con sus declaraciones que la derecha mantiene sus posiciones más reaccionarias en materia de convivencia civil.
La homosexualidad no tiene ninguna relación con la pederastia, 99 por ciento de cuyos casos se desarrollan en el seno de "sanas y honestas familias heterosexuales", dijo Grillini.
Angelo Pezzana, dirigente de Fuori, otra organización de homosexuales, dijo que Fini se equivocó al afirmar que 95 por ciento de los italianos comparte su posición.
"Hoy, más de 50 por ciento de los italianos mira a la homosexualidad con simpatía, con comprensión y con aceptación completa, no ya solo con tolerancia", manifestó Pezzana.
"Su mala información le hará pagar un altísimo costo político porque después de esta declaración muchos se darán cuenta que Fini no representa a una derecha moderna y nueva. Se juega muchos votos, porque parte de los homosexuales italianos vota por la derecha", agregó.
Pezzana afirmó que, según las estadísticas, entre cinco y diez por ciento de los hombres adultos son homosexuales. (FIN/IPS/jp/mj/hd/98
