Marlen Pérez, una niña de siete años que ayuda a su madre a vender juguetes en la plaza central de la capital de Honduras, bosteza mientras observa la marcha global contra la explotación infantil, que busca erradicar esta práctica.
Ajena a las demandas y pancartas que desde este miércoles portan cientos de escolares en Honduras, la pequeña ofrece a los peatones juguetes para sus hijos, al tiempo que cubre su rostro con un pañuelo para soportar el sol.
Marlen ignora que esos niños y niñas que desfilan por las calles de Tegucigalpa son parte de una estrategia mundial orientada a erradicar la explotación del trabajo infantil, que en el caso de este país centroamericano abarca a unos 300.000 menores entre siete y 14 años.
"Ayudo a mi mamá a vender juguetes para poder comer y ayudar a mis hermanitos", dijo la niña a IPS. "A mi me gusta la escuela, pero este año mi mamá me dijo que no me iba a poner porque todo estaba caro".
Según organizaciones no gubernamentales de defensa de niños y niñas, el trabajo infantil en Honduras abarca al 25 por ciento del total de la población menor de 18 años, estimada en 2,5 millones de personas.
De ahí que el país forme parte de una estrategia mundial orientada a eliminar la explotación laboral infantil, cuya presencia cobra más fuerza en las zonas urbanas marginales y rurales de Honduras.
La Marcha Global contra el Trabajo Infantil, que se inició en Filipinas y concluirá en Ginebra el mes próximo busca sensibilizar a la sociedad sobre la situación de los menores que son forzados a trabajar, producto de la pobreza, la ignorancia y la indiferencia estatal.
En América Latina, la marcha se inició en febrero en Brasil, recorrió Uruguay, Argentina, Chile, Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia. Su segunda fase comenzó el día 12 en Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Honduras.
De aquí partió el sábado 25 hacia El Salvador, seguirá a Guatemala y llegará a México el 1 de mayo.
En su recorrido por los países centroamericanos, la marcha ha sido acompañada por organizaciones defensoras de la infancia y organismos humanitarios que han preparado actos culturales, visitas a centros de rehabilitación de menores y planteamientos a los gobiernos para mejorar la situación en el istmo.
Ramón Custodio, presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH) y coordinador nacional de la marcha global, dijo a IPS que presentaron a las autoridades un plan para erradicar el trabajo infantil y hacer cumplir el recién aprobado Código del Menor y la Adolescencia.
La marcha sensibilizó a la sociedad civil y al gobierno, que a través de los ministerios de Trabajo y de la Familia y la Juventud se comprometió a redoblar esfuerzos en el corto plazo para impedir el trabajo ilegal y la explotación de menores.
La presencia de la marcha global en Honduras coincide con las denuncias formuladas por la ex diputada Rosario Godoy, miembro de un organismo defensor de la infancia que registra hasta este momento la desaparición de más de 30 adolescentes, vinculadas al comercio ilegal de mujeres.
"Creemos que son raptadas para ser llevadas a Guatemala y de ahí salen para otros países donde las venden como esclavas, según hemos tenido información", dijo Godoy.
Indrail Chakrabarti, secretario de la marcha global, comentó que problemas como la prostitución, el comercio ilegal de mujeres y adolescentes, la pobreza y la deseintegración familiar, son factores que inciden en la explotación infantil.
En todo el mundo se estima que hay unos 250 millones de menores trabajadores. En América Latina, unos 12 millones de niños y niñas sobreviven trabajando, lo que les impide asistir a un centro educativo y culminar sus estudios. (FIN/IPS/tm/ag/hd/98