FILIPINAS: Ex actor favorito para elecciones presidenciales

El vicepresidente de Filipinas y ex actor Joseph Estrada, considerado 'incompetente" por la Iglesia Católica, encabeza los sondeos de opinión con 30 por ciento de los votos en los comicios presidenciales del 11 de mayo.

La temperatura política va en aumento en el verano filipino, mientras el país vive los últimos días de la campaña electoral que enfrenta a 10 candidatos para las elecciones.

Menos de dos semanas antes de las elecciones, los insultos que se intercambian los candidatos son cada vez más venenosos y la campaña en este país de 70 millones de habitantes alcanzó un grado febril.

En un mensaje pastoral divulgado la semana pasada, el cardenal de Manila, Jaime Sin, advirtió que el ganador más probable de las elecciones será una persona "incompetente", en lo que se consideró una referencia a Estrada.

Pero los filipinos no deberían votar sólo por el ganador más probable, dijo Sin. "El ganador más probable quizá sea probablemente el más desastroso para el país", añadió.

Estrada, quien incluyó a populares actores y actrices en sus listas electorales, respondió que demostrará que el cardenal está "equivocado".

El presidente Fidel Ramos, cuyo candidato, el presidente de la Cámara de Diputados, José de Venecia, sólo recibe un 12 por ciento de respaldo en las encuestas, también declaró que la popularidad de Estrada es creada por "los medios de comunicación, las películas y el mundo del espectáculo".

No obstante, los analistas dicen que Estrada parece ser el ganador de un grupo de candidatos que incluyen a un ex jefe de policía y alcalde, un senador de línea dura y un ex ministro de Defensa de la dictadura de Ferdinando Marcos. La viuda del ex dictador, Imelda, se retiró de la campaña el miércoles.

Según las encuestas, los rivales más cercanos de Estrada son el empresario Emilio Osmeña y el ex alcalde de Manila Alfredo Lim, ambos con 13 por ciento de los votos.

Lim tiene el respaldo de la ex presidenta Corazón Aquino y, según muchos, de la Iglesia Católica.

Hasta el momento, la popularidad de Estrada sigue en alza a pesar de las críticas que lo consideran incompetente, sin propuestas económicas y asociado a delincuentes.

Pero Estrada, alcalde durante 17 años, senador durante seis años y vicepresidente desde 1992, atrajo a una mezcla de partidarios que incluye a pensadores de izquierda, empresarios y respetados académicos.

Debido a la cantidad de candidatos presidenciales, no es probable que el ganador obtenga el apoyo de la mayoría de los más de 30 millones de electores habilitados. Ramos ganó las elecciones de 1992 con poco más de 20 por ciento de los votos.

Pero esa no es la única complicación. Los filipinos tendrán que marcar el nombre de unos 20 candidatos en una larga lista, debido a la cantidad de cargos por los que votan.

El escrutinio en las aldeas se hace manualmente, así que el ganador recién se conocerá semanas después. A medida que se acerca el día de los comicios, aumenta el temor de que haya fraude electoral.

En los comicios se elegirán un presidente y un vicepresidente, 12 senadores, 246 diputados, 78 gobernadores provinciales, 1.608 alcaldes y miles de concejales en todo el país.

El fraude ha sido un problema recurrente en las elecciones de Filipinas, y en las elecciones de 1992 varios senadores denunciaron que les habían robado las bancas.

Mientras, los candidatos besan bebés, cantan o bailan sobre los escenarios y las madres ponen a sus hijos los nombres de los políticos.

Pero, a pesar de todo el ruido, la discusión sobre las propuestas políticas o económicas ha sido escasa en este país donde el período electoral de tres meses se concentra más que nada en la personalidad y popularidad de los candidatos.

La economía de Filipinas fue afectada por la crisis económica que afecta al sudeste de Asia, aunque no es el país más golpeado por la misma. El Banco de Desarrollo Asiático prevé que el crecimiento del producto interno bruto se limitará a 2,4 por ciento este año, frente a 5,1 por ciento alcanzado en 1997.

Pero, en lugar de presentar sus estrategias para el futuro, en su mayoría los candidatos no ofrecen a los filipinos programas de gobierno sino diversión, opinan analistas.

El analista político Amando Doronila considera que la gran cantidad de actores, actrices, personalidades del mundo del espectáculo y jugadores de basquetbol que se presentaron como candidatos en estas elecciones son una "nueva plaga" en la historia de Filipinas.

Un conocido jugador profesional de basquetbol, Robert Jaworski, se postula para el Senado.

Estos candidatos no tradicionales "capturaron una amplia base electoral gracias a los medios de comunicación masivos, sobre todo la televisión", escribió esta semana Doronila en el diario Philippine Daily Inquirer.

"La alta tecnología les permitió llegar más allá de las bases limitadas y disciplinadas de los partidos políticos. No ofrecen mensajes o programas políticos, elementos esenciales para un gobierno coherente", añadió.

Los candidatos no tradicionales "cantarán y bailarán para ustedes y les harán promesas ambiguas de una vida mejor, ofrecidas para sustituir a la política y los programas. En esta elección, el escapismo aniquiló el programa", escribió Doronila.

Hasta los políticos tradicionales hacen promesas poco realistas para que se los tome en cuenta entre todos los candidatos.

Los carteles electorales, adheridos a paredes, columnas y postes en todo el país, prometen "comida en todas las mesas" y reproducen frases de estrellas de cine como "los amo a todos".

La Iglesia Católica advirtió que los comicios no se deben convertir en un concurso de popularidad. (FIN/IPS/tra-en/js/aq-lp/ip/98

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