La empresa de indumentaria deportiva Nike fue denunciada en un juzgado de Estados Unidos por tergiversar datos sobre condiciones de trabajo en las fábricas que contrata en el extranjero, donde emplea a 300.000 obreros.
La querella, presentada en la corte superior de la ciudad de San Francisco este lunes por los mismos abogados que lograron el año pasado prohibir el uso del personaje "Joe Camel" en la publicidad de la tabacalera RJR Tobacco, se basa en el Código Comercial y Profesional del estado de California.
La norma prohíbe la difusión de avisos "desleales, engañosos, falsos o erróneos".
"Nike no ha dicho a los californianos la verdad sobre sus prácticas empresariales. Tergiversaron las condiciones de trabajo en sus fábricas y los salarios que pagan para proteger su beneficio, y eso es ilegal", dijo Alan Caplan, principal abogado del bufete Bushnell, Caplan and Fielding.
Philip Neumark, asociado al bufete, dijo a IPS que la querella se basa en sentencias anteriores de cortes californianas en las que se condena a empresas por tergiversar el país de origen de sus productos. "Esta es el primer caso por tergiversación de condiciones de trabajo", agregó.
El eventual triunfo de la demanda obligará a Nike a efectuar una campaña pública para corregir sus informes anteriores y le prohibirá difundir avisos como los ya transmitidos en California, un estado más populoso que Canadá.
El juez podría ordenar la devolución de la cantidad de dinero que calcule que Nike obtuvo gracias a sus avisos desleales.
Vada Manager, portavoz de Nike, dijo que la firma tratará la querella "con seriedad".
La empresa, que gastó en 1997 casi 1.000 millones de dólares en publicidad, es conocida por el reclutamiento de estrellas del deporte para la promoción de sus productos.
La selección de fútbol de Brasil, campeona del mundo, obtuvo más de 100 millones de dólares por vestir indumentaria Nike en los partidos.
La querella es la más reciente en una serie de acontecimientos que oscurecieron la imagen ganadora de Nike, entre otros una saturación del mercado de calzado deportivo y la crisis económica de Asia oriental.
La acción de Nike cayó casi 50 por ciento desde 1997, de 76 a 43 dólares la semana pasada. Además, en los últimos meses, la firma despidió trabajadores y recortó su producción en Asia.
La participación de la compañía en el mercado de calzado deportivo de Estados Unidos, que llegó a casi 50 por ciento, sufrió un gran retroceso del que se aprovecharon competidores como Adidas y New Balance.
Los últimos estudios de mercado indican que la imagen de Nike está perdiendo espacio entre los adolescentes estadounidenses, que constituyen su principal mercado.
La caja de la compañía también sufrió como consecuencia de la creciente preocupación del público en torno a las condiciones de trabajo en los países en desarrollo, en particular los de Asia, donde Nike fabrica la mayor parte de su producción.
El dominio del mercado y su promoción en base a la proyección de una imagen de responsabilidad empresarial la pusieron en el foco de atención de activistas en materia de derechos laborales desde 1996.
Informes procedentes de Vietnam, Indonesia y China aseguran que en las fábricas que producen mercaderías para Nike instaladas en esos países se somete a los trabajadores a castigos corporales, sobreexposición a sustancias peligrosas y bajos salarios.
Nike contrató el año pasado al ex activista de derechos humanos y alcalde de Atlanta, Andrew Young, para dirigir una investigación independiente en las 350 fábricas contratadas por la compañía en todo el mundo.
Después de breves visitas a varias factorías, Young afirmó que Nike estaba "haciendo un buen trabajo", en un informe que fue publicado en un aviso de una página entera en los principales diarios estadounidenses. Los críticos consideraron que el informe era "superficial".
Pero este episodio fue un tiro por la culata para Nike. La controversia creció en noviembre, cuando se filtraron a la prensa datos parciales de una auditoría efectuada por la firma Ernst and Young, que detectó que muchas fábricas contratadas no cumplían con el código de conducta empresarial de la propia Nike.
El código, aprobado en 1992, exige a las fábricas cumplir con las regulaciones salariales del país donde están radicadas, incluso horas extra, exige que no se someta a los trabajadores a riesgo físico y el cumplimiento de normas de salud, seguridad y ambiente. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/lb/98