La Unión Europea (UE) aporta algo más de la mitad de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) mundial, superando los 30.000 millones de dólares al año.
La española Asociación de Investigación y Especialización sobre Temas Iberoamericanos (AIETI), realizó una investigación acerca de la cooperación con América Latina, por encargo de la Comisión Europea (órgano ejecutivo de la UE), cuyos resultados fueron presentados este jueves en Madrid.
Aunque los países europeos apenas dedican la décima parte de sus fondos a la cooperación con América Latina, los 12 países que integraban la UE pasaron de aportar el 34 por ciento de toda la AOD recibida por esa región en 1985-89, al 53 por ciento en 1993 y 42 por ciento en 1994.
Si se añaden los aportes realizados por la Comisión Europea, la UE supera el 50 por ciento de toda la AOD recibida por los países latinoamericanos en 1994.
En ese mismo período, Estados Unidos disminuyó su importancia relativa en la región, reduciendo sus aportes en más de la mitad desde los 80, hasta destinar apenas el 25 del total en 1994.
El representante de la Comisión Europea en España, Gonzalo Velasco, destacó en la presentación del libro que España y Portugal, dos países que hasta 1978 eran considerados receptores de la AOD, destinaron a América Latina 35 millones de dólares en 1986 y elevaron esa cifra a 500 millones en 1996.
El estudio analiza sólo la Ayuda Oficial al Desarrollo, otorgada por los Estados europeos y en condiciones concesionales, lo que implica intereses por debajo de los comerciales cuando se trata de créditos o donaciones a fondo perdido.
A esas cantidades cabría sumar las aportadas por administraciones descentralizadas, como regiones, ciudades y municipalidades, así como por la sociedad civil.
La presidenta de AIETI, Guadalupe Ruiz Jiménez, subraya que esa cooperación descentralizada y la no gubernamental son distintas, porque implican menos fondos, pero requieren de grandes esfuerzos humanos, en su mayor parte de carácter voluntario.
El aumento de la contribución europea es notable, señala Christian Freres, coordinador de la investigación, porque la tendencia general en los últimos años ha sido la reducción gradual de la AOD.
La AOD de la UE bajó de 33.800 millones de dólares en 1992 a 30.400 millones en 1994. En 1995, tras la ampliación a 15 miembros, apenas aumentó a 31.500 millones de dólares.
Un caso singular es el de Italia, que pasó de aportar 4.100 millones de dólares en 1992 a 2.700 millones en 1994 y a 1.500 millones al año siguiente.
La UE dedica especial atención, y la mayor parte de su AOD, a Africa, parte de Asia y Medio Oriente. Hacia América Latina apenas destinó la décima parte de sus fondos a la cooperación durante los años 80, llegando al 13 por ciento en 1994.
Francia y Alemania son los mayores donantes, con más de 5.000 millones de dólares entre ambos. Les siguen Gran Bretaña, Italia, Holanda y Suecia, que aportan entre 2.000 y 5.000 millones, en 1993 y 1994.
Dinamarca encabeza el grupo de los donantes pequeños, que integran también Bélgica y España, que suman 2.000 millones anuales.
El estudio señala también que ya se apuntan cambios en la política de cooperación de la UE hacia América Latina. El más importante es la contención del crecimiento de la AOD hacia esta región.
Otro aspecto es la reconfiguración de la cooperación bilateral, que se concentrará en los países de menores ingresos y dando más importancia al medio ambiente y al desarrollo social. Esto ya se evidenció en la reducción sustancial de la importancia relativa de la AOD para el Mercosur en los últimos años.
Una zona que verá aumentar las contribuciones es América Central, en especial para afianzar los procesos de paz y de reconstrucción.
Un tercer aspecto será prestar menos atención a los proyectos aislados y más a los programas integrados, fruto de un diálogo político regular y en especial a través de comisiones mixtas y reuniones institucionales. (FIN/IPS/td/ag/dv/98