CUBA: Expulsión de sacerdote reabre conflicto Iglesia-Estado

La salida de Cuba de un sacerdote estadounidense por supuestas presiones reavivó la tensión entre la Iglesia Católica y el gobierno de Fidel Castro menos de cuatro meses después de la visita del papa Juan Pablo II a la isla.

Patrick Sullivan, único sacerdote natural de Estados Unidos que ejercía en Cuba, saldrá de este país "por decisión unilateral del gobernante Partido Comunista", según el propio religioso.

"Nadie quiere conflictos en este momento, pero por presiones el padre Sullivan ha tenido que ser trasladado de Santa Clara a La Habana", explicó el superior de la orden de los Capuchinos en Cuba, Felipe Tejerina.

Sullivan, que trabajaba desde 1994 en la provincia de Santa Clara, a 300 kilómetros de La Habana, tenía permiso de estancia hasta febrero de 1999, pero prefirió adelantar su salida de la isla tras conocer su traslado.

"Tengo que salir en contra de mi voluntad. No es mi decisión ni la del obispo de Santa Clara, Fernado Prego, ni de mis superiores. Es una decisión unilateral del Partido Comunista", expresó Sullivan.

Las autoridades cubanas anunciaron que no renovarían dentro de diez meses el permiso de estancia de Sullivan, según Tejerina.

Este es el primer conflicto entre el Estado cubano y la Iglesia Católica tras la visita del papa Juan Pablo II a la isla entre el 21 y el 25 de enero que reveló una mejora de las relaciones.

Pero también es el primer caso de este tipo desde que en mayo de 1961, tras una serie de enfrentamientos entre la Iglesia y el gobierno, Castro anunció la expulsión de todo el clero extranjero "contrarrevolucionario".

En ese momento se produjo un éxodo masivo de sacerdotes, religiosas y católicos seglares que caracterizó el período más crítico de estas relaciones, entre 1960 y 1967, calificado como "confrontación y evasión" por el historiador católico cubano Raúl Gómez Treto.

Otra muestra de la distensión fue la audiencia registrada el 27 de marzo entre Juan Pablo II y el canciller cubano, Roberto Robaina, en el Vaticano.

Robaina también se entrevistó entonces con el secretario de Estado del Vaticano, monseñor Angelo Sodano, y el cardenal Roger Etchegaray.

Después de su reunión con el papa, Robaina declaró que ambos recordaron "con mucha satisfacción su reciente visita a Cuba y el buen clima creado con ella en el plano nacional e internacional".

El propio Tejerina subrayó que, a pesar del incidente que derivó en el retiro de Sullivan de Cuba, "no hay problemas" en las relaciones entre Iglesia y Estado y que "nadie quiere problemas".

En la Iglesia, los medios de comunicación y las autoridades de la isla ha prevalecido hasta ahora el silencio en torno al episodio.

"¿Qué hay de fondo en el asunto? No lo sé", afirmó Tejerina, de nacionalidad española.

"Es un asunto interno de la Iglesia, en el cual no podemos inmiscuirnos", fue la única respuesta de representantes del gobierno de Cuba, a cargo del portavoz de la cancillería, Alejandro González.

"No hemos tomado ninguna medida ni tenemos nada que ver. Es una decisión exclusiva del clero", dijo, por su parte, un funcionario de la Oficina para la Atención de Asuntos Religiosos del Partido Comunista que reclamó reserva sobre su identidad.

Todavía no se informó la fecha de salida de Sullivan, pero sería en breve para evitar que se origine un nuevo conflicto entre la Iglesia y el Estado que, al parecer, ninguna de las dos partes desean reavivar hoy. (FIN/IPS/da/mj/ip cr/98

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