CHINA: Vientos de cambio en políticas de población

El Fondo de las Naciones Unidas para la Población (FNUAP) reanuda este mes sus operaciones en China, mientras, al parecer, se afloja el estricto control de natalidad vigente en el país más poblado del mundo desde los primeros años 80.

Las actividades de FNUAP estuvieron suspendidas en Beijing durante más de tres años, luego de que Estados Unidos denunció el uso de métodos coercitivos para lograr las metas de población enmarcadas en la política de "un solo hijo" por pareja promovida por Beijing.

El diario oficialista China Daily anunció que las actividades del FNUAP se reanudan en abril. El organismo prevé invertir 14 millones de dólares en un proyecto de tres años de duración en 32 localidades de 22 provincias, entre ellas las populosas áreas del centro y el oeste del país.

La oficina del Fondo en Beijing dijo que el proyecto dejará de lado "el voluntarismo y la necesidad de que los funcionarios de planificación familiar dejen de lado las metas y cuotas fijas".

"Uno de los objetivos es que el gobierno de China pueda trazar sus futuras estrategias de salud reproductiva y planificación familiar a partir de las experiencias exitosas logradas en el marco de este proyecto", añadió la declaración de la oficina de FNUAP.

Las operaciones del organismo se detuvieron después que el diario estadounidense The New York Times publicó en 1995 un informe sobre abortos forzados en el sur de China.

La noticia provocó la suspensión de los aportes al Fondo de Washington, que anunció que restaría un dólar de su contribución por cada dólar que la agencia invirtiera en China, lo que obligó a suspender las actividades.

Un portavoz de la embajada de Estados Unidos en Beijing aseguró que esa decisión aún sigue vigente porque el país se sigue oponiendo a las actividades del Fondo en China.

El relanzamiento del FNUAP se produce cuando la reputación de China goza de buena salud. Un signo muy claro fue la decisión de la Unión Europea de no impulsar en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) nuevas críticas a Beijing en materia de derechos humanos.

Pero el reinicio de actividades del Fondo no tiene que ver con el deseo de mejorar la imagen política. Más bien se trata de un reflejo de la modificación de la política de "un solo hijo" de China y del cambio social.

China comenzó a aplicar una dura política de limitación de nacimientos a comienzos de los años 80. Las parejas de las ciudadas solo podían tener un hijo, y eran contadas las zonas rurales donde se permitían dos, y solo si había cuatro años de diferencia entre ellos.

A fines de 1997 China tenía 1.243 millones de habitantes, y los estrategas de población esperan que la cifra no sobrepase los 1.300 millones cuando se produzca el cambio de siglo.

El inicio de un proyecto del FNUAP revela que los planificadores chinos están dispuestos a abordar los problemas de población desde otra perspectiva. En vez de cuotas, se impondrían la educación y la persuasión.

Un portavoz de la Comisión de Planificación Familiar negó que el proyecto de Naciones Unidas refleje un cambio de estrategia, pero admitió que China considera introducir nuevas orientaciones tácticas.

"Es posible que hagamos algunos ajustes. Tratamos de pasar de una acción administrativa a una de servicios. En vez de decirle a las personas cuándo pueden tener hijos, China tratará de entregarles educación, capacitación, servicios médicos y asesoría", dijo el portavoz.

Algunos observadores de la realidad china consideran que estos ajustes están relacionados con una serie de transformaciones radicales experimentadas por la sociedad de este país, donde el sistema de seguridad social comunista es reemplazado por otro, de estilo capitalista.

"Antes resultaba fácil. La unidad de trabajo decidía cuando se podía tener un hijo, de acuerdo con cuotas que se asignaban cada año a cada unidad, pero ahora ese nexo está desapareciendo. Las unidades no pueden desempeñar ese papel", comentó un analista occidental en Beijing.

El gobierno de China está terminando con el sistema de asistencia de la cuna a la tumba que implicaba suministrar desde casas hasta asistencia médica sin costo. Los trabajadores del estado se las deben arreglar ahora por su cuenta, y las unidades de trabajo ya no son responsables por ellos.

Pero al eliminar los antiguos mecanismos de seguridad social también se pierde la influencia sobre los individuos, y por lo tanto surge la necesidad de dar a los habitantes de China educación y capacitación.

Sin embargo, el hecho de que China se incline por la persuasión no significa que a las parejas se les permitirá tener más de un hijo. De hecho, las autoridades aseguran que, a pesar de las nuevas orientaciones, esa política sigue vigente.

Pero en el horizonte aparecen otros factores capaces de generar un cambio oficial. Un informe divulgado el año pasado anunció que al comenzar el próximos siglo China tendrá 136 millones de ancianos entre sus habitantes.

Algunos científicos advirtieron que la política de "un solo hijo" genera una reducción en el tamaño de la fuerza de trabajo del país, que será la encargada de generar recursos para mantener a un número cada vez mayor de jubilados.

Autoridades de la Comisión de Planificación familiar admitieron que una de las alternativas para contrarrestar el desequilibrio entre viejos y jóvenes podía ser la de relajar la política de cuotas. Cuando los hijos únicos de la actualidad se casen dentro de unos años, ellos podrían tener dos hijos. (FIN/IPS/tra- en/ab/js/lc-mj/pr/98

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