/BOLETIN-DD HH/

Los 25 gobiernos de Asia y Europa reunidos en esta capital para abordar temas económicos y políticos dedicaron parte de su tiempo a una campaña contra el abuso de los niños, pero no encararon el grave problema del trabajo infantil.

Altos representantes de los gobiernos convocados por la II Reunión Asia-Europa (ASEM) realizada el fin de semana pasado en Londres decidieron atacar el comercio y el abuso sexual de niños, pero organizaciones no gubernamentales (ONG) lamentaron que el tema del trabajo infantil fuera nuevamente evitado.

Las ONG que trabajan sobre el tema del abuso contra niños participaron en una reunión paralela y alternativa al foro gubernamental, donde fue bienvenida la campaña contra la agresión sexual y la prostitución infantil, pero se hizo hincapié en que parece haber resistencia a abordar el tema laboral.

"Es típico de la política británica, que evita las controversias", sugirió un delegado en la reunión de las ONG. También se destacó que abordar temas como el abuso o el turismo sexual tiene un impacto publicitario que evita mirar hacia el trabajo infantil, proveedor del comercio internacional.

La mayor parte de los 400 millones de niños trabajadores del mundo están en Asia, especialmente en el sur del continente.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que en Asia hay más de 120 millones de niños entre 5 y 14 años trabajando jornada completa, y 250 millones más lo hacen durante una fracción del día.

Las ONG esperan que una nueva convención de la OIT sobre este tema cubra todos los aspectos de este problema. "Se deben incluir las formas más intolerables de explotación infantil", dijo Arist Merdeka Sirait, de la organización indonesia Siskibum.

El representante indonesio, especialista en asuntos sindicales, se refirió al uso de niños para el trabajo doméstico, industrias tóxicas, solicitar limosna en las calles, pescar en aguas profundas, y en la prostitución.

Cuando se habla de problemas graves en materia de trabajo infantil en el sur de Asia se suele pensar en India y Pakistán, pero es una realidad cada vez más dramática en otros países de la región como Vietnam y Filipinas, dijo el asesor del "Fondo para Salvar a los Niños" Victor Karunan.

Karunan, quien trabaja en la oficina en Gran Bretaña de esta organización, dijo que no hay datos exactos sobre la situación de niños trabajadores en plantaciones de caucho, en agricultura, en servicios, restaurantes, minería y pesca.

"Estos niños son invisibles, pero su incorporación al mercado de trabajo no se limita a lo económico, tiene que ver también con tradiciones familiares y culturales, a menudo siguen los pasos de sus padres", explicó.

"Fondo para Salvar a los Niños" realizó un estudio sobre trabajo infantil en Vietnam, Camboya, Mongolia, Filipinas, Nepal y las islas Salomón.

Esta organización plantea que la abolición total del trabajo infantil puede ser contraproducente. En cambio pide concentrarse en prohibir la participación de los niños en la prostitución y en ocupaciones riesgosas.

Muchos niños de Asia tienen trabajos peligrosos, en la industria química, construcción, ingeniería eléctrica, tintura de textiles, mataderos, procesamiento de goma. En Vietnam también son empleados en la minería del oro.

La crisis asiática, comentó Karunan, podría empeorar la situación de estos niños. "La situación revirtió la corriente de migración desde ciudades hacia aldeas rurales, y muchos niños terminan trabajando en los campos, mientras se hace mucho más difícil enviarlos a la escuela".

Karunan dijo que en muchos colegios del sur de Asia se redujeron las entregas de comidas a los estudiantes, debido a recortes presupuestarios aplicados para cumplir con requisitos del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Entretanto, la campaña lanzada por los gobiernos en el marco de la ASEM pretende canalizar recursos para evitar que los niños asiáticos sean objeto de explotación sexual por parte de adultos que suelen llegar hasta la región desde los países ricos de occidente.

Filipinas, Tailandia y la región india de Goa son destinos favoritos para la práctica de este "turismo sexual".

"El bienestar de esos niños debe preocuparnos a todos", advirtió el ministro británico de Relaciones Exteriores, Robin Cook.

"Estoy decidido a proteger los derechos humanos de los niños donde quiera que estos sean violados. Tenemos tres metas muy definidas por delante: acabar con el turismo sexual que explota a los niños, atrapar a los criminales que los abusan y ayudar a las jóvenes víctimas a recuperar una vida normal", dijo Cook.

Las ONG especializadas en infancia afirman que cada año en Asia un millón de niños entran al mercado del sexo, mientras 650 mil menores de 16 años trabajan regularmente en la prostitución.

El ministro de Relaciones Exteriores filipino, Domingo Siazon, comentó que la campaña lanzada en Londres pretende determinar de qué manera se recluta o se fuerza a los niños a participar en el comercio sexual, para atacar sus raíces.

"Esto significa que deberemos abordar temas como la pobreza, la educación, la capacitación, y esperamos que haya una participación importante de las ONG", dijo Siazon, quien informó que en Filipinas hay unos 40 mil niños dedicados a la prostitución.

Gran Bretaña pertenece a un pequeño grupo de países europeos que comenzaron a abordar el problema desde sus tribunales, al aprobar leyes que les permiten procesar a sus ciudadanos cuando comenten delitos sexuales contra niños en el extranjero. (FIN/IPS/tra-en/ddr/rj/lc-lp/hr ip/98

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