Los bomberos de la capital de México lograron sofocar un incendio que devoró durante cuatro días más de 400 hectáreas de un parque nacional cercano a la ciudad.
El incendio, que cubrió de humo parte de la ciudad y su periferia, fue el de mayor magnitud en un decenio.
Más de 300 bomberos apoyados por decenas de habitantes de la ciudad, personal del ejército, helicópertos y un avión cisterna alquilado en Canadá, lograron el viernes ahogar las llamas cuando el fuego se acercaban a la capital. Nueve personas resultaron heridas.
Unas 82.000 hectáreas de bosques y pastizales fueron arrasadas por los 5.300 incendios que estallaron en México desde principios del año.
Las autoridades creen que el incendio sofocado en la capital, que se produjo en una zona conocida como Desierto de los Leones, fue provocado por desconocidos que pretendían abrir campos de labranza.
Los incendios fueron casuados por la sequía y el fuerte calor que afectan gran parte del territorio del país, y por la irresponsabilidad de agricultores y personas de vacaciones, según las autoridades.
Si la frecuencia de los incendios no disminuye, al finalizar el año México perderá cerca de un millón de hectáreas, un daño superior al causado por el fuego en los últimos cuatro años, advirtió la Secretaría (ministerio) de Medio Ambiente.
"Enfrentamos una situación excepcional", pero los hechos aún no pueden ser calificados de "desastre nacional", como dicen los ecologistas, puntualizó el subsecretario de Recursos Naturales, Víctor Villalobos.
Las autoridades esperan que "el período crítico de los incendios" termine en mayo, aunque observaron que la inestabilidad climática provocada por el fenómeno de El Niño no permite realizar pronósticos seguros.
En México, cuya área boscosa es de alrededor de 56 millones de hectáreas, desaparecen cada año por diversos motivos, entre ellos los incendios, entre 300.000 y 700.000 hectáreas. (FIN/IPS/dc/ff/en/98
