Los delegados del Caribe a la Cumbre de las Américas del 18 y 19 en Santiago intentan destacar en las conversaciones el futuro de las pequeñas economías del hemisferio.
Durante la reunión de cancilleres en esta capital la semana pasada con la secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albright, resultó claro que Santiago estaba presente en la mente de los caribeños, siendo la principal preocupación el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
El primer ministro de Trinidad y Tobago, Basdeo Panday, describió la reunión Caribe-Estados Unidos como "un preludio para la segunda Cumbre de las Américas".
El consejero especial del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, sobre asuntos de América Latina y el Caribe, Thomas McLarty, presente en la reunión en Puerto España, dijo que Washington está satisfecho con la agenda diseñada para Santiago.
No obstante, McLarty recordó que Clinton no logró la autoridad de "vía rápida" para negociar pactos comerciales, tras el rechazo del Congreso el año pasado.
Las naciones de la Comunidad del Caribe (Caricom) han mantenido un ojo avizor sobre el mercado latinoamericano, y la región busca armas para defender sus intereses.
Un aliado bien dispuesto hacia esta meta es la Asociación Caribeña de Industria y Comercio (CAIC), la cual alega que la lucha de los pequeños países caribeños debe ser considerada en las negociaciones sobre la formación del ALCA.
Mercados reducidos, dependencia pronunciada del comercio externo, estructuras económicas poco diversificadas, estrechas bases impositivas, recursos humanos limitados, infraestructura débil y dependiente y "recursos financieros y naturales severamente limitados" son algunos elementos destacados por CAIC.
El secretario general de Caricom, Edwin Carrington, afirma que las necesidades especiales de la región deben estudiarse durante las negociaciones del ALCA y tomar la forma de grupos de trabajo regionales.
Pero su consejo seguramente no influya considerablemente sobre una decisión tomada en la cumbre inaugural de Miami, en 1994, para mantener al sector de los negocios fuera de las negociaciones, y que este funcione únicamente como asesor y grupo de presión.
CAIC intentó, sin éxito, participar como observador en las series de cumbres ministeriales de comercio y ALCA.
Organizaciones sindicales caribeñas también han reclamado la falta de representación en el proceso. Líderes de los trabajadores han estado involucrados en procesos de consulta a nivel de comités asesores en sus respectivos países caribeños, pero no hay una instancia formal regional.
La agenda prevista para la cumbre de dos días en Santiago incluye un punto sobre "acciones para fortalecer la participación de la sociedad civil" en el proceso de toma de decisiones de países individuales.
Líderes hemisféricos acordaron formar un Area de Libre Comercio de las Américas y finalizar las negociaciones en el 2005. El 2000 es considerado el año en que se logró "un avance sustancial hacia la construcción del ALCA".
Hay 12 Grupos de Trabajo del ALCA, y reuniones regulares de ministros de comercio hemisféricos. Hasta ahora, hubo cuatro reuniones de ministros desde 1995. (FIN/IPS/tra-en/wg/mk/lp/if ip/98