AMBIENTE: Lucha de seis ecologistas premiada con 100.000 dólares

Seis ecologistas de Colombia, Dominica, Estados Unidos, Italia, Japón y Sudáfrica recibieron hoy 100.000 dólares cada uno de la estadounidense Fundación Ambientalista Goldman como premio por su lucha para proteger el ambiente.

"El ambiente terrestre está amenazado como nunca; nuestra esperanza yace en aprender qué puede hacer cada uno de nosotros", dijo el director de la Fundación, Richard Goldman.

Desde 1990, un total de 57 personas de 40 países recibieron el premio Goldman tras ser nominados en forma anónima por organizaciones ecologistas de todo el mundo.

En una ceremonia de premiación celebrada este miércoles en Washington, los galardonados dijeron que utilizarán el dinero recibido para continuar su lucha por el ambiente.

La Fundación reconoció la labor de Berita KuwaraU'wa, también conocido como Roberto Cobaria, líder de la tribu u'wa colombiana, que lucha contra el proyecto de explotación de petróleo de la compañía estadounidense Occidental Petroleum Corporation en los bosques del nordeste de Colombia.

Los u'was advirtieron que cometerán suicidio en masa arrojándose de un precipicio si se realizan las operaciones de extracción.

La tribu exigió que el gobierno y Occidental reconozcan su derecho a negarse a la extracción de petróleo y quieren que se retiren los soldados desplegados en su territorio.

"El territorio u'wa es sagrado, no tiene precio", dijo KuwarU'wa antes de entregar un tejido tradicional en obsequio a Richard Goldman como forma de agradecer a la Fundación Goldman.

Otro de los premiados es el sudafricano Sven "Bobby" Peek, activista comunitario de un sector industrializado de South Durban.

"Las comunidades no deben ceder en su lucha contra la injusticia y el racismo ambiental ni deben permitir que los obstáculos del poder industrial y estatal frustren su búsqueda de un ambiente ideal", dijo Peek.

Peek lucha para reducir la contaminación en South Durban, una zona de clase obrera donde la mayoría de la población negra reside cerca de refinerías de petróleo, vertederos de residuos y plantas químicas.

El cáncer mató al menos a un integrante de cada una de las familias de la cuadra de Peek, incluida la suya. La comunidad culpa a la contaminación por las muertes.

En 1995, después de una reunión con el presidente sudafricano Nelson Mandela, Peek creó un comité oficial de orientación ambiental para la comunidad que logró clausurar varios vertederos de residuos tóxicos y proyectos de refinerías.

Anna Giordano, de 33 años y directora de la Reserva Natural de Trápani y Paceco de la organización ecologista Fondo Mundial de la Naturaleza, en Sicilia, Italia, participa en la protección del ambiente desde que tenía seis años.

Giordano organizó un campamento de control internacional en Italia para proteger a las cigüeñas y otras aves migratorias de los cazadores furtivos.

El equipo busca y destruye señuelos eléctricos que engañan a las aves para que se posen en zonas donde pueden ser abatidas con facilidad. La actividad de Giordano le granjeó la hostilidad de los cazadores, que culminó con el incendio intencional de su auto en 1986.

Después de que Giordano y otros activistas fueron baleados, las autoridades colaboraron con el equipo de ecologistas en su lucha contra los cazadores.

La labor de Giordano hizo que ahora se cacen menos de 500 aves por temporada, frente a las 5.000 que se mataban en años anteriores.

"Si uno es testigo de algo que está mal, no puede cerrar los ojos y dar vuelta la cabeza. La voluntad es lo único que puede convertir la esperanza en realidad", sostuvo Giordano.

Hirofumi Yamashita, de Japón, expresó un sentir similar. El científico fue premiado por su trabajo para salvar los humedales de la isla de Kyushu, utilizada por aves migratorias.

"A medida que nos acercamos al siglo XXI, creo con firmeza que es responsabilidad de todos proteger los humedales", dijo en la ceremonia de premiación.

La estadounidense Kory Johnson, de 19 años, también fue distinguida por su campaña estudiantil contra la contaminación en Arizona. En 1989, la hermana de la activista murió a los 16 años debido a problemas cardíacos posiblemente causados por el agua de pozo contaminada que bebió su madre mientras estaba embarazada.

Entonces, Kory, a los nueve años, creó la organización "Niños por un Ambiente Seguro" y se convirtió en activista contra los incineradores de residuos peligrosos y vertederos de basura en barrios pobres.

La mayoría de los jóvenes del grupo viven en zonas pobres que a menudo son elegidas como sitios de incineradores o vertederos de residuos industriales.

"Los jóvenes tienen derecho a la justicia ambiental, sin importar su color o condición socioeconómica", dijo Kory.

Otro galardonado fue Atherton Martin, agrónomo de Dominica, por proteger las selvas tropicales de su país frente a los planes de la mayor compañía minera de Australia, Broken Hill Proprietary Ltd., de establecer una mina de cobre.

Además de amenazar a cientos de especies de plantas, la mina propuesta estaría ubicada cerca del territorio perteneciente a los caribes, la última cultura indígena del Caribe.

Después de años de campaña contra la mina, que habría abarcado 10 por ciento de la isla, la compañía abandonó sus planes el año pasado.

Los problemas ambientales no ocurren por sí solos y son parte de una tendencia mundial de explotación y comercio de recursos naturales, dijo Martin.

El activista criticó a las compañías e instituciones financieras internacionales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, por fomentar la extracción de recursos a expensas de la destrucción ambiental.

"La magia no se encuentra en el mercado, sino en el pueblo", concluyó. (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/aq-ml/en/98

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