/INTEGRACION/ PARAGUAY: Incertidumbre política paraliza la economía

Las elecciones generales del 10 de mayo en Paraguay están en duda y el único dato cierto para el ciudadano común es la realidad de una economía paralizada, en gran medida por la incertidumbre política.

El presidente Juan Carlos Wasmosy aseguró el jueves a una delegación de observadores de la Organización de Estados Americanos que las elecciones se realizarán en la fecha prevista.

Pero otros representantes del Poder Ejecutivo admitieron la posibilidad del aplazamiento de los comicios. Esas declaraciones fueron rechazadas por la oposición, que denunció su "contenido subversivo".

Mientras, los empresarios advierten que los problemas económicos causan el aumento del desempleo y de la delincuencia.

"La indefinición política imperante genera diversos problemas en el sector industrial y comercial", advirtió Enrique Riera, presidente de Federación de la Producción, la Industria y el Comercio (Feprinco).

La economía paraguaya permanece estancada desde la crisis financiera de 1995. "Los años 1996 y 1997 constituyen claramente el bienio perdido", dijo el analista económico Ricardo Rodríguez Silvero, columnista del diario Noticias.

"Y, como 1998 tiene pocas posibilidades de ser mejor por la gran crisis política por la que atraviesa el (gobernante) Partido Colorado y por el populismo a ultranza en los poderes del Estado en épocas electorales, las noticias para el mercado de trabajo son negativas en el corto plazo", señaló el columnista.

Ya antes del "bienio perdido" se contaban medio millón de "damnificados" (desempleados y subempleados), destacó Rodríguez Silvero. "¿Cuántos más desempleados y subempleados habrá si 1998 se convierte en un año estacionario o incluso negativo en términos de crecimiento per cápita?", se preguntó

La actividad económica de Paraguay creció 2,6 por ciento en 1997, lo que implicó una ligera caída del producto por habitante, ya que la población se incrementó 2,7 por ciento.

Ese resultado marcó otro año de decadencia productiva, después del crecimiento económico de sólo 1,3 por ciento en 1996, e impide crear las fuentes de trabajo que necesita una población en aumento, que en 1997 alcanzó los cinco millones de habitantes.

La creación de empleo depende de la inversión, y la federación empresarial reiteró su disposición a "apostar por el país".

Pero los inversionistas manifiestan recelo ante la situación política y responden invariablemente que sólo decidirán qué harán con su dinero una vez que se aclare el panorama.

Como hasta el momento no se tiene la certeza de que habrá elecciones el 10 de mayo, y ni siquiera si el 15 de agosto se producirá el relevo en la Presidencia, las perspectivas de empeoramiento de la situación económica son reales.

De allí que la prensa paraguaya comience a sugerir al gobierno que atienda el campo económica, en lugar de concentrar todas sus energías en el político.

"Debe pensarse que cualquiera sea la definición que se tenga de las cuestiones políticas, muy poco podrá hacerse en beneficio del país si no se mantiene la estabilidad económica, que está seriamente jaqueada por las distintas situaciones que se comentan", señaló el diario Noticias.

La estabilidad económica es básica para evitar un agravamiento de las tensiones sociales, dijo Rodríguez Silvero, porque si no hay trabajo la única alternativa que le queda al jefe de familia para alimentar a los suyos es el delito. (FIN/IPS/ct/ag-ff/ip- if/98

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