El Bharatiya Janata (BJP, Partido Nacionalista Hindú) se preparó hoy para formar el próximo gobierno de India, pero el saliente Frente Unido (UF) y el partido del Congreso cerraron filas para impedirlo una vez más.
El juego depende ahora de la forma en que el presidente Kocheril Raman Narayanan resuelva la relación entre la alianza liderada por el BJP, que en el último conteo tenía 250 escaños, y el emergente eje UF-Congreso.
Es posible que Narayanan se guíe por los antecedentes y apueste al partido mayoritario. Pero en contra del BJP, al cual le faltarían 20 escaños para lograr la mayoría, está el hecho de que, después del veredicto de ejecución de 1996, no sobreviviría un voto de confianza obligatorio.
El UF, una coalición de 14 partidos regionales y de izquierda, formó en 1996 un gobierno con el respaldo externo del Congreso. Pero el acuerdo "secular" resultó ser débil y fracasó en diciembre.
Ante la situación del BJP, el nuevo eje Congreso-UF toma forma. Debido a que ya tiene una mayoría simple en el parlamento, podría reclamar la formación de un gobierno tan pronto como los resultados sean notificados oficialmente.
El primer ministro Inder Kumar Gujral, cuyo Janata Dal casi fue eliminado de las elecciones por luchas faccionales, prometió que no dejaría que el BJP y su alianza de 16 miembros formaran el próximo gobierno.
En medio de intensas negociaciones, el posible sucesor de Gujral y líder del BJP Atal Behari Vajpayee, admitió que la situación está "llena de posibilidades".
El BJP ha intentado minimizar su imagen fundamentalista, y una de las razones son los 70 escaños adicionales que logró con nuevos simpatizantes en los estados indios.
Casi 20 escaños provienen de su nuevo aliado, el Toda India Anna Dravida Munetra Kazhagam (AIADMK), de la ex actriz Jayalalitha Jayaraman, expulsado del estado sureño de Tamil Nadu en 1996, tras un escándalo de corrupción.
En el vecino estado de Karnataka, una alianza con el recientemente formado Lok Shakti del ex primier ministro estadual Ramakrishna Hegde resultó provechosa y ayudó al BJP a balancear las pérdidas en el norte de India.
Una clara mayoría eludió al BJP debido a su pobre actuación en estados como Rajastán y Maharashtra, donde ya está en el poder.
En Uttar Pradesh y Bihar, los estados más grandes de India, su marcha fue detenida por formaciones regionales, el Partido Samajwadi del ministro de Defensa Mulayam Singh Yadav y el Rashtriya Janata Dal de Laloo Prasad Yadav.
Los Yadav tuvieron éxito por distanciarse del Frente Unido y llegar a entendidos electorales con el partido del Congreso. Podrían ser un puente vital en las negociaciones entre el Frente y el Congreso en los próximos días.
Una de las víctimas principales fue el Janata Dal de Gujral, que se enganchó en una dinámica autodestructiva antes de las elecciones. El propio Gujral tuvo que depender del partido religioso sidh Akali Dal y el BJP para lograr ser electo desde Jalandhar.
Los acuerdos de este tipo marcaron las elecciones. El BJP, que atacó al UF por ser una agrupación de 14 partidos diferentes, ahora lidera una coalición de 17 partidos y desesperadamente busca nuevos socios.
El mejor ejemplo de acuerdo viene del partido del Congreso y el Frente Unido, los que anunciaron que dejarán atrás el enfrentamiento que siguió al retiro de apoyo del Congreso para el gobierno del UF en diciembre.
El partido del Congreso está ahora incluso dispuesto a hablar con el Dravida Munnetra Kazhagam (DMK), al cual acusó de tener conexiones secretas con militantes de Sri Lanka sospechosos de haber asesinado a su líder Rajiv Gandhi en 1991.
A pesar de una fuerte campaña hecha por Sonia, viuda nacida en Italia de Gandhi, y sus hijos Priyanka y Rahul, el partido no tuvo resultados particularmente buenos. La "dinastía" convocó multitudes pero no votos.
El Congreso tuvo muy baja votación en el estado central de Madhya Pradesh y en Orissa oriental. Pero logró un renacimiento en el estado desértico de Rajastán y Maharashtra, en la costa occidental.
Si el BJP llega al poder, la culpa caerá sin dudas en el ataque del Congreso al DMK y su insistencia en que miembros del DMK fueran retirados del gabinete del UF.
El UF se negó a seguir la demanda del Congreso, lo cual resultó en el llamado a las actuales elecciones de mediano plazo, las que, al igual que el escrutinio de 1996, tuvieron resultados indefinidos. (FIN/IPS/tra-en/rdr/an/lp/ip/98