Bolivia recordó hoy la pérdida de su acceso al mar al cumplirse 119 años del comienzo de la guerra con Chile, con un discurso firme del presidente Hugo Banzer y sus esperanzas puestas en la próxima asamblea de la OEA, que debatirá el asunto.
El 23 de marzo de todos los años, estudiantes, militares y el gobierno de Bolivia rinden homenaje a los caídos en la guerra del Pacífico de 1879 y reafirman su voluntad de recuperar una salida soberana a ese océano.
Esos actos se celebraron este año en un contexto diferente al de los anteriores, pues el presidente Banzer, por su formación militar, le otorga a la cuestión marítima un mayor énfasis dada su sensibilidad hacia los asuntos de soberanía territorial.
"La mediterraneidad forzada ha acrecentado nuestra vulnerabilidad económica y debilitado nuestro proceso de viabilidad política, quebrando muchas veces nuestras estrategias independientes de desarrollo nacional", dijo Banzer este lunes, en un acto cívico-militar.
Al pie del monumento al héroe nacional Eduardo Abaroa, defensor del Puente del Topáter, ahora en territorio chileno, Banzer esgrimió la historia para analizar las consecuencias políticas, económicas y estratégicas del encierro boliviano entre sus montañas.
El presidnete dijo que Bolivia debe recuperar su salida al mar, a la que consideró un derecho inmanente de su pueblo, una continuidad natural de su geografía y un vehículo de entendimiento cultural y económico entre los pueblos de América del Sur.
Banzer afirmó también que el enclaustramiento de Bolivia es un problema continental e invitó a Chile a iniciar un diálogo fraterno, sincero y constructivo con miras a encontrar una solución a la demanda de su país.
El gobierno de Banzer expondrá su reclamo en la 28 reunión de la Asamblea General de la OEA (Organización de Estados Americanos), que se celebrará en junio próximo en Caracas, lo cual es coherente con la estrategia boliviana de discutir la cuestión marítima en un marco multilateral.
Bolivia logró incorporar en la reducida agenda de la OEA la discusión de su enclaustramiento, y su nuevo embajador en Estados Unidos, Marcelo Pérez, pidió al presidente Bill Clinton que mantenga el apoyo de su país a la restitución del Litoral, territorio perdido a manos de Chile.
"El objetivo de la integración hemisférica no será posible mientras barreras no solucionadas interfieran la existencia de las relaciones amistosas que debieran unir a todos los países involucrados", dijo Pérez la semana pasada a Clinton al entregarle sus cartas credenciales.
La anunciada exposición boliviana en la OEA es parte de la estrategia de Banzer de aprovechar todo foro multilateral al que asistan él o representantes de este país para plantear a la comunidad internacional el retorno a las costas del Pacífico.
Desde agosto, cuando asumió la presidencia, Banzer se refirió con energía al problema marítimo en la XI Cumbre del Grupo de Río (Asunción), en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la VII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado (Margarita, Venezuela) y en la XIII Cumbre del Mercosur (Montevideo).
El canciller de Bolivia, Javier Murillo, dijo que esa gestión presidencial es parte de una estrategia global del gobierno, de la cual la primera etapa consiste en lograr que la comunidad internacional se interese en el problema de la mediterraneidad boliviana.
La segunda etapa consiste en crear espacios de diálogo que permitan la integración continental y avanzar, sobre esa base, hacia una solución negociada con Chile, dice Murillo.
El canciller omitió en sus declaraciones públicas detalles de la tercera y decisiva etapa de esa estrategia.
"No puedo poner un plazo para la tercera parte, porque ella dependerá del grado de receptividad con que contemos en el futuro. Cuando eso ocurra, entraremos posiblemente en otras etapas", dijo el canciller boliviano.
Murillo afirmó que la época actual de la integración y la mundialización solo se perfeccionará si se eliminan las barreras de las controversias pendientes entre naciones.
Reafirmó también que, "interpretando el sentimiento de la nación boliviana", el retorno soberano al mar será el objetivo permanente de la política exterior boliviana, "porque corresponde a una causa justa e imperecedera". (FIN/IPS/jcr/mj/ip/98
