El movimiento antibelicista de Estados Unidos comenzó una difícil batalla contra un eventual ataque a Iraq, a pesar de que la mayoría de los ciudadanos del país forma fila con quienes respaldan la operación militar.
La Liga de Resistencia contra la Guerra, Acción Pacífica, Pax Christi y Comité de Amigos del Servicio, entre otros grupos pacifistas y religiosos, unieron sus fuerzas para programar una serie de manifestaciones en todo Estados Unidos en las próximas dos semanaas.
Las organizaciones exhortaron el jueves a sus simpatizantes a telefonear a la Casa Blanca para manifestar oposición a un eventual ataque contra Iraq, al que consideran ilegal.
Mientras el obispo auxiliar de Detroit Thomas Gumbleton lleva tres semanas de ayuno de sólidos, 54 obispos católicos del grupo Pax Christi urgieron al presidente Bill Clinton "a acabar con todo el respaldo estadounidense a las sanciones contra Iraq y a refrenar toda acción militar en el actual conflicto.
Hubo 40 manifestaciones contra la guerra en un solo día la semana pasada, pero un posible ataque para obligar a Iraq a dar a la ONU acceso total a supuestos arsenales recibe el respaldo de 60 por ciento de los estadounidenses, según una encuesta de la cadena televisiva CBS y el diario Wall Street Journal.
Mientras tanto, la popularidad de Clinton está en su nivel más alto (79 por ciento) desde su ingreso a la Casa Blanca en 1992, a pesar del actual escándalo sexual que lo involucra.
Sam Husseini, director de información del Comité contra la Discriminación Arabe-Estadounidense, sostuvo que "los medios de comunicación son perros vigilantes, y aun de presa, cuando se trata de la vida personal de Clinton, pero son perros falderos cuando informan sobre su actitud hacia Iraq".
Aunque los medios se concentraron más en la historia que tiene como epicentro a la ex pasante en la Casa Blanca Monica Lewinsky, "un bombardeo en Bagdad sería el peor escándalo de la presidencia de Clinton", según Chris Ney, coordinador de desarme de la Liga de Resistencia contra la Guerra.
Además, sería ilegal, según Michael Ratner, abogado del Centro de Derechos Constitucionales con sede en Nueva York, y Jules Lobel, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Pittsburg.
Ratner negó que Estados Unidos pueda utilizar la fuerza de forma unilateral porque Iraq violó la Resolución 687 del Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), que estableció en 1991 el actual cese del fuego.
De acuerdo con esta resolución, solo el Consejo de Seguridad puede decidir "otros pasos requeridos" para su implementación "y para garantizar la paz y la seguridad en el área" del Golfo.
Pero el Consejo no se mostró dispuesto en las últimas semanas a autorizar un nuevo ataque militar. China, Francia y Rusia, miembros permanentes del órgano que cuentan con derecho a veto de sus resoluciones, se oponen a la iniciativa estadounidense.
"Si Estados Unidos cree que Iraq violó la Resolución 687 y que por eso debe usar la fuerza, debe llevar el asunto al Consejo de Seguridad", según Ratner. Pero, sin una resolución expresa, Washinton carece de autoridad legal para abrir un ataque contra Bagdad, sostuvo.
Lobel observó que "la idea de que Estados Unidos puede atacar sin una autorización explícita de la ONU socava principios fundamentales de la Carta del foro mundial y 50 años de trabajo para resolver conflictos por la vía pacífica".
Washington considera que las resoluciones de la ONU le dan a Washington la autorización que requiere para atacar por aire, pues Bagdad bloquea las inspecciones de armas de la organización.
El general Anthoni Zinni, comandante de las fuerzas de Estados Unidos en el Golfo, informó que los soldados concentrados en la región estarán prontos para atacar en una semana, aunque por el momento ni la ONU ni el Congreso autorizaron una operación. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/mk/ip/98