Una de las normas humanitarias más polémicas, la que autoriza a enviar a la guerra a los niños de 15 años, puede llegar a sobrevivir porque en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) los gobiernos no se ponen de acuerdo para reformarla.
El grupo de trabajo designado por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que intenta establecer el límite de edad de 18 años para la participación de niños en conflictos armados, se acerca a la conclusión de sus sesiones este viernes sin perspectivas de entendimiento.
La oposición de Estados Unidos era hasta ahora uno de los obstáculos que bloqueaban la reforma auspiciada por instituciones humanitarias independientes y por las agencias especializadas de la ONU.
La edad mínima para el reclutamiento de soldados en Estados Unidos es de 17 años, aunque la delegación de ese país hizo saber que podría aceptar el límite de 18 años pero sólo referido la participación directa en un conflicto.
Esa solución sugerida por Washington permitiría la participación indirecta de menores de 18 años. Un menor de 17 años podría ayudar a cargar las bombas, pero el avión bombardero debería ser piloteado por uno de 18 años, ejemplificó un delegado estadounidense.
A las objeciones de Estados Unidos se sumaron los pedidos de Pakistán y Siria de que una modificación de la norma haga referencias al derecho de autodeterminación de los pueblos, como forma de reconocer una excepción al límite de edad en casos de guerras de liberación.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Mary Robinson, dirigió este lunes un llamado a las delegaciones que bloquean un acuerdo para que no impidan su aprobación por el resto de los países.
"Ha llegado la hora de demostrar, más que nunca, la solidaridad internacional con los niños en los conflictos armados", dijo Robinson en un discurso ante la sesión plenaria del grupo de trabajo.
En una alusión al bloqueo de Estados Unidos, la funcionaria declaró que comparte la opinión de quienes sostienen que las legislaciones nacionales no pueden representar un obstáculo para la aprobación de normas internacionales más avanzadas.
El grupo de trabajo tiene la misión de elaborar un proyecto de protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación de niños en los conflictos armados.
El presidente del grupo de trabajo, Nils Eliasson, de Suecia, propuso que el organismo intente llegar a un acuerdo en sesiones informales, que comenzaron a realizarse este mismo lunes.
Estudios efectuados por organizaciones independientes determinaron que en los últimos años más de 250.000 niños y niñas menores de 18 años han prestado servicio en fuerzas armadas gubernamentales o en grupos armados opositores.
La Convención sobre los Derechos del Niño extiende hasta los 18 años la condición de niños o niñas y en su artículo 38 establece la discutida edad límite de 15 años para el reclutamiento y la participación en conflictos armados.
La ONU encomendó un estudio del problema de los niños-soldados a la experta mozabiqueña Graca Machel, quien presentó un documento con pruebas del impacto de los conflictos armados en los niños enrolados y en especial de los abusos contra las niñas.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, designó en 1997 al diplomático africano Olara Otunnu como su representante personal para el tema de los niños en los conflictos armados.
El primer informe de Otunnu reflejó la gravedad de del problema y reclamó medidas contra los gobiernos y grupos armados que emplean menores en sus milicias.
La campaña contra la participación de niños y niñas en los conflictos bélicos recibió también apoyo de organizaciones no gubernamentales como el Comité Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, la federación Internacional Terre des Hommes y la Alianza Mundial de Asociaciones Cristianas de Jóvenes. (FIN/IPS/pc/dh/pr-hd/98