COLOMBIA: Crece la ansiedad en torno a la certificación de EEUU

Los pronósticos están divididos en Colombia respecto de la calificación que el país obtendrá este año de Estados Unidos en materia de lucha contra el narcotráfico.

La decisión que será anunciada este viernes es esperada con ansiedad entre los empresarios que emprendieron a comienzos de mes intensas gestiones en Estados Unidos, si bien con cierto pesimismo.

Mientras tanto, algunos analistas opinan que a Colombia se le otorgará la certificación razones de "interés nacional". Washington negó a Bogotá su certificación antinarcóticos en los dos últimos años.

María Patiño, presidenta del Consejo Empresarial Colombia- Estados Unidos (CECEU), el principal obstáculo para la certificación es el hecho de que "Colombia no cuenta con los recursos técnicos necesarios para una lucha eficaz contra el narcotráfico", según Washington.

Funcionarios del Departamento (ministerio) de Justicia de Estados Unidos, que representan la oficina del gobierno más crítica de Colombia, creen que "la falta de claridad" del gobierno de Ernesto Samper dificulta una buena evaluación, según Patiño.

El CECEU replicó que solo con cooperación se puede solucionar el problema del narcotráfico y que una "descertificación" empeoraría la situación, agregó la empresaria.

Esta posición es compartida por algunos funcionarios del gobierno de Estados Unidos, como James Dobbins, director del Consejo de Seguridad Nacional y el subsecretario de Estado (vicecanciller) a cargo de la política antidrogas Randy Beers.

Entre los empresarios colombianos que piensan que no habrá "descertificación" figura el presidente de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores (Asocolflores), Miguel Gómez.

Las elecciones parlamentarias y presidenciales que se celebrarán en Colombia este año corren a favor del país latinoamericano, pues una "descertificación" podría interpretarse como una intervención indebida de Estados Unidos en sus asuntos internos.

También beneficia a Colombia el haber cumplido este año con las instrucciones que le dictó Estados Unidos en 1997 para la obtención de una mejor calificación, recordó Gómez.

Entre estas recomendaciones se cuentan el restablecimiento de la extradición de colombianos al exterior, inconstitucional desde 1991, la firma de un acuerdo para capturar barcos sospechosos en alta mar, más destrucciones de cultivos de drogas y penas más duras para los narcotraficantes.

"Además, está por concluir el mandato del presidente Samper, lo que favorecería" la certificación, agregó Gómez. Los fondos de campaña electoral de Samper en 1994 recibieron unos seis millones de dólares procedentes del narcotráfico, de lo que Washington responsabiliza en persona al actual mandatario.

Vicente Torrijos, director del Programa de Alto Gobierno de la Escuela Superior de Administración Pública, cree que el optimismo de algunos sectores "está plenamente justificado".

Los propios estadounidenses "se han convencido de que la certificación es un mecanismo contraproducente e irritante" que en vez de promover la cooperación entusiasta en la lucha contra las drogas "ha logrado en muchos casos lo contrario", según Torrijos.

En 1997, el entonces subsecretario de Estado de políticas antidrogas de Estados Unidos, Robert Gelbard, recomendó la descertificación de Colombia, pero su sucesor, Randy Beers, aconsejó la certificación "por razones de interés nacional", lo que impediría la aplicación de sanciones económicas.

Otros factores que favorecen la certificación son la preocupación de Washington por la violencia en Colombia y su aspiración a contar con Samper en la cumbre de América que se celebrará en abril en Santiago.

Estados Unidos presentará entonces ante los 34 mandatarios de los países de la Organización de Estados Americanos su propuesta multilateral contra el narcotráfico.

La canciller de Colombia, María Ema Mejía, anunció que los países latinoamericanos invitarán a Estados Unidos a suscribir una declaración en la que se acepta el multilateralismo como única vía para derrotar el narcotráfico.

Esta propuesta fue respaldada por el canciller de Perú, Eduardo Ferrero, quien visitó Colombia el lunes.

"Esas medidas unilaterales no solo son odiosas sino que lesionan severamente la soberanía de nuestros países" al mirar solo una parte del problema y olvidar a "los consumidores, que también son responsables", dijo el canciller peruano.

El unilateralismo también fue criticado por el director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para la Fiscalización de la Droga (PNUFID), Pino Arlacchi, quien afirmó él habría concedido la certificación a Colombia.

Arlacchi, que se reunió con Samper el viernes, afirmó que "pocos países" pueden mostrar logros como los de Colombia en materia de lucha contra el narcotráfico. (FIN/IPS/yf/mj/ip/98

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