Un estudio realizado por expertos de Estados Unidos y México financiado y apoyado por las autoridades de los dos países indica que las estrategias de política migratoria que el gobierno de Bill Clinton aplicó los últimos años fueron un fracaso.
El reforzamiento de controles policiales, la construcción de muros, el endurecimiento de sanciones y y el uso de tecnología de guerra para detectar movimientos en la frontera con México no tuvieron mayor impacto sobre la inmigración.
Por el contrario, esas medidas fortalecieron las redes de traficantes de indocumentados, apunta el estudio.
Según el informe, prologado por los cancilleres de los dos países y publicada de forma parcial por la prensa de México este viernes, más de 315.000 indocumentados mexicanos desafían cada año los controles migratorios, ingresan a Estados Unidos y encuentran trabajo.
Los 20 expertos contratados por Washington y México responsables del estudio afirmaron que programas como "Hold the Line", "Gatekeeper" y "Safeguard" aplicados por Estados Unidos desde 1994 han afectado los patrones de migración, pero no frenan la entrada de inmigrantes.
Es necesario que los dos países, que comparten una frontera de 3.200 kilómetros, abandonen sus políticas migratorias de carácter "episódico y reactivo" e institucionalicen el diálogo y la búsqueda de soluciones, dijeron los especialistas.
El estudio, que será presentado de forma oficial las próximas semanas por los dos gobiernos, fue encargado el año pasado al fragor de un ronda bilateral de diálogo a través del cual se intentaba bajar el tono de las disputas y controversias diplomáticas creadas por los problemas migratorios.
A pesar de que existen instancias para concertar estrategias en materia fronteriza entre ambos países, en múltiples ocasiones Washington ha aplicado leyes o implementado controles en forma unilateral, actitud que México reprocha.
Xenofobia, confusión entre migración y delincuencia, maltrato a mexicanos, explotación y persecución han sido algunos de los térmimos usados por el gobierno de Ernesto Zedillo para calificar las políticas de Washington en la materia.
Voceros del Servicio de Migración y Naturalización de Estados Unidos afirmaron hace menos de un mes, en contradicción con los que apunta ahora el estudio bilateral, que su estrategia contra la inmigración de indocumentados tiene completo éxito.
Para los expertos, el resultado es diferente.
"Nuestra investigación obervó que el contrabando de migrantes alcanzó regularidad y volumen suficientes para convertirse en un negocio establecido con tres segmentos: agentes locales, contrabandistas y coyotes" como se denomina a los traficantes de personas, dice el estudio.
El número de mexicanos indocumentados que trabajan en Estados Unidos va en aumento, gracias a la demanda de empleos de bajos salarios, a la amplia oferta de mano de obra en el país latinoamericano y al fracaso de la política de controles, añaden.
Si se desea revertir la problemática, Washington y México deberían considerar factores "históricos, demográficos, sociales, económicos, culturales, psicológicos y políticos" y sumar voluntades para explorar opciones y nuevas iniciativas, recomiendan.
Con cooperación y diálogo, el fenómeno migratorio, tal como se encuentra ahora, podría amortiguarse en un período de cinco a 15 años, según estimaciones de los expertos.
El canciller mexicano José Guirría y la secretaria de Estado estadounidense Madeleine Albright manifestaron que el estudio "es una importante contribución a nuestros esfuerzos para alcanzar un mayor entendimiento de las complejidades del fenómeno de la migración", afirman.
Entre los datos recogidos por la investigación, se indica que actualmente viven en Estados Unidos 7,3 de millones de mexicanos de nacimiento, de los cuales 2,4 millones permanecen allí en forma ilegal, lo que los convierte en objeto de toda clase de abusos. (FIN/IPS/dc/mj/pr/97