La pista del oro saqueado a las víctimas del holocausto judío se extiende ahora hasta Asia, tras sorpresivas revelaciones de un funcionario público retirado que cumplió funciones en el enclave portugués de Macao.
Aunque muchos países procuraron lavar oro a través de Macao en los años 50 y 60, al menos algunos lingotes nazis habrían terminado en China, según el portugués Fernando Brito, quien fue miembro de la Comisión de Importación de Oro de Macao durante seis meses en 1969.
El oro nazi habría llegado a China como parte de un acuerdo entre Beijing y funcionarios de Macao para evitar una posible invasión china al enclave portugués en los años 60 y principios de los 70, en el auge de la revolución cultural china, explicaron Brito y el historiador portugués Antonio Louca.
Ambos creen que Macao podría haber utilizado el oro para apartar la amenaza de una invasión china en la época del embargo comercial de Estados Unidos contra China.
"El gobierno de la colonia portuguesa se cuidó mucho de no tomar ninguna medida que pudiera irritar a los chinos o provocar una invasión de Macao", declaró Louca al periódico South China Morning Post, de Hong Kong.
"Recordemos que esto ocurrió durante la revolución cultural, cuando un gobierno fascista tenía el control de una colonia llena de personas con retratos de Mao", señaló Louca.
Sin embargo, "Macao fue útil al gobierno chino, porque fue una puerta que le permitió romper el embargo de Estados Unidos", destacó.
Brito y otros antiguos miembros de la Comisión de Importación de Oro están convencidos de que el difunto presidente argentino Juan Perón vendía oro que recibía de los nazis durante la segunda guerra mundial, según declaró el ex funcionario.
Además, Brito sostuvo que durante su integración de la Comisión, en 1969, pasaron por Macao más de cuatro toneladas de lingotes de oro a través de Hong Kong.
"Recuerdo haber visto barras de oro grabadas con la inscripción 'Reichsbank', el águila nazi y la esvástica", declaró Brito al semanario Ponto Final, de Macao.
Los cargamentos de oro llegaban por ferry desde la entonces colonia británica de Hong Kong y eran escoltados hasta un banco en el tranquilo centro de Macao que "de banco sólo tenía el nombre", dijo.
"Las puertas sólo se abrían cuando llegaba el oro. Entonces, en presencia de la comisión y el representante del banco, pesábamos el oro y lo certificábamos para que el gobierno cobrara sus impuestos", relató Brito.
El oro nazi llegaba "con mucha frecuencia" a Macao en 1969, afirmó, junto con barras de oro de origen holandés, español y sudafricano. Los lingotes eran embarcados hacia Macao como carga procedente de Johannesburgo y Londres en ruta a China y otros países asiáticos.
Brito estimó que cada semana se importaban unos 80 kilogramos de oro nazi a través de Hong Kong. "El oro ingresaba legalmente a Macao y luego se iba. Bueno, nadie lo sabe ahora", dijo.
Otros pesquisadores de Portugal -donde se estableció una comisión investigadora en el Banco Nacional, encabezada por el ex presidente Mario Soares, para seguir la pista del oro nazi- creen que el gobierno pudo haber vendido oro a Filipinas, Indonesia y China luego de "lavarlo" en Macao.
Aunque muchos recibieron con escepticismo las afirmaciones de Brito, China reaccionó con inusual rapidez. Menos de una semana después de que la publicación de las revelaciones en Ponto Final, el portavoz de la cancillería en Beijing, Shen Guofang, informó que el Banco Popular de China realizó una investigación.
"Según nuestras verificaciones, China continental nunca aceptó ese oro. El Banco Popular determinó que no existieron tales embarques", declaró Shen.
No obstante, Brito observó que, como la moneda de China no era convertible, el país tenía una "inmensa necesidad" de oro para pagar sus importaciones.
Costa Leite, profesor de la Universidad de Lisboa e investigador del Banco de Portugal, sostuvo que los archivos no ofrecieron ninguna prueba del embarque de lingotes nazis a Macao durante el período señalado por Brito, aunque no rechazó de plano las afirmaciones de éste.
Las importaciones a Macao eran legales porque no estaban sujetas al acuerdo de Bretton Woods, que restringía el tráfico de oro entre y dentro de los países miembros.
Los aranceles de importación de oro durante las décadas de 1950 y 1960 fueron una importante fuente de ingresos para Macao, y se cree que muchos países utilizaron la colonia portuguesa para lavar su oro.
"Esta es la primera vez, que yo sepa, que la pista nos lleva a Asia", comentó Stephen Ward, del Centro de Educación sobre el Holocausto, con sede en Londres.
"Una vez lavado el oro, cualquier país de Asia podría descubrir que tiene algo ex-nazi en sus arcas, reconocible o no", sugirió. (FIN/IPS/tra-en/ys/js/ml/ip/98