Los desechos radiactivos depositados ilegalmente en la república autónoma de Chechenia durante el conflicto de 1994-96 entre los separatistas y el ejército de Rusia todavía causan víctimas.
Cuatro policías de Grozny, la capital chechena, reciben tratamiento en un hospital esta semana tras haberse expuesto a altas dosis de radiación al abrir una bombona que contenía material radiactivo, hallada por un grupo de niños a pocos kilómetros de la antigua base militar de Jankala.
Los policías, pensando que el tanque contenía partes de un aparato de rayos X, lo abrieron e inmediatamente recibieron una dosis de radiación 150 veces superior al nivel ambiental normal.
La apertura de la bombona también provocó una grave contaminación de los alrededores.
"No disponemos de medios técnicos para limpiar el área contaminada, que abarca unos cinco kilómetros cuadrados", ya que se necesitarían 50 trajes de protección y más de 30 tanques especiales para descontaminarla, declaró el viceprimer ministro de Chechenia, Musa Shajabov.
En otro incidente ocurrido el día 9, tres policías de tránsito sufrieron un colapso tras recibir una sobredosis de radiación de un material arrojado en una cantera, cerca de su puesto.
Adlan Ajarashev, del Ministerio de Emergencias de Chechenia, informó que el material radiactivo estaba situado en una cantera abandonada a 20 metros de la carretera que une Grozny con Argun, cerca de la localidad de Michurin.
El nivel de radiación llega hasta 900 microrroentgens por hora en un radio de 12 kilómetros, y hasta 2.000 por hora en la cantera misma, explicó Ajarashev. La radiación ambiental normal varía entre tres y ocho microrroentgens por hora.
Los policías fueron llevados a un hospital de la república vecina de Ingushetia, porque los médicos de Grozny no lograban diagnosticar su padecimiento.
La carretera Grozny-Argun fue cerrada y los residentes locales evacuados. Actualmente se está limpiando una superficie de 12 hectáreas circundante a la cantera.
La gravedad del problema del depósito de residuos radiactivos en repúblicas ex soviéticas, empeorado por la guerra de Chechenia, sólo ahora sale a la luz.
En realidad, en el momento culminante de la lucha contra los separatistas chechenos, funcionarios de Moscú admitieron que cantidades significativas de material radiactivo habían desaparecido de sitios de disposición final de desechos en Chechenia.
Los sitios incluían la fábrica Radon y un depósito de residuos nucleares cercano a la localidad de Tolstoy-yurt, al norte de Grozny.
Ejecutivos de Radon confirmaron que al inicio de las hostilidades, en noviembre de 1994, se almacenaron en la fábrica unos 900 metros cúbicos de material radiactivo, pero que para el final de la guerra, la mitad de ese material había desaparecido.
Tropas rusas impidieron el acceso a una comisión del gobierno ruso enviada a Chechenia en marzo de 1995 debido a los enfrentamientos, y sólo el año siguiente se realizó una investigación. Los pesquisadores descubrieron al menos 21 sitios en Chechenia donde había material radiactivo sin custodia.
Muchos de los sitios estaban dañados por los combates y otros eran inaccesibles debido a las minas de tierra. La medición del nivel de radiación con contadores Geiger arrojó como resultado entre 90 y 210 microrroentgens por hora.
La comisión urgió a Moscú a retirar de inmediato el material, en su mayor parte procedente de industrias no relacionadas con la fabricación de armas, y a realizar un estricto control de los sitios radiactivos.
El problema no se limita a Chechenia. Muchas otras repúblicas ex soviéticas recibieron desechos nucleares y no fueron controladas adecuadamente.
Georgia enfrentó problemas similares. A principios de mes, se descubrieron ocho cápsulas con cesio-37 en las instalaciones de la antigua base aeroespacial de Vaziani, relativamente cerca de la capital, Tbilisi.
Las cápsulas halladas son similares a otras 15 descubiertas en octubre en los alrededores del centro de entrenamiento de Lilo, cerca de Tbilisi.
Los soldados que las descubrieron recibieron altas dosis de radiación y todavía están en tratamiento médico. Una comisión del gobierno de Georgia identificó 300 lugares en la república donde se podrían encontrar fuentes radiactivas similares.
Tanto Chechenia como Georgia procuran que Moscú les ayude con la identificación y limpieza de sitios donde se podría haber arrojado desechos nucleares. (FIN/IPS/tra-en/jmp/ai/rj/ml/en/98