La Amazonia brasileña perdió por lo menos 60.257 kilómetros cuadrados de bosques durante los tres primeros años del gobierno de Fernando Henrique Cardoso, 1,5 veces el territorio de Suiza, país que el presidente visitará a partir de este miércoles.
Los datos divulgados el lunes por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) señalan que en 1995 fueron deforestados 29.059 kilómetros cuadrados, un área sin precedentes, cayendo a 18.161 kilómetros el año siguiente y a 13.037 en 1997.
La mayor extensión deforestada registrada anteriormente fue de 21.130 kilómetros cuadrados en 1988, lo cual provocó una ola internacional de protesta y colocó a Brasil en el banquillo de los peores reos ambientales.
El área deforestada el año pasado es sólo una proyección hecha por el INPE, a partir de datos de la primera parte del año. No se consideró por ejemplo la fuerte sequía ocurrida en el segundo semestre, atribuida al fenómeno del Niño, según observó el ambientalista Jean Pierre Leroy.
En 1997, por primera vez, el humo de los incendios forestales cubrió Manaos, capital del estado de Amazonas, en el centro de la región, al punto de que el aeropuerto local fue cerrado, recordó Leroy, uno de los coordinadores del Foro Nacional de organizaciones no gubernamentales (ONG).
La reducción del área deforestada en los dos últimos podría generar "una falsa idea de que el problema se está solucionando", añadió.
La situación es "preocupante", en razón de que un examen de imágenes satelitales revela que "aumentó significativamente el porcentaje de deforestación provocado por la actividad maderera", argumentó.
Ello se puede ver por el cambio en el patrón de la destrucción, explicó. Ahora se trata de áreas más numerosas y pequeñas, en sitios de bosques más densos, "específicos del interés maderero".
La ONG Amigos de la Tierra advirtió que 48 por ciento de la deforestación de 1995 corresponde a áreas inferiores a 50 hectáreas, lo que deja al descubierto a la explotación maderera como principal causante del fenómeno.
Además los datos satelitales no registran los incendios que se producen bajo las copas de los grandes árboles y penetran en los bosques ya deteriorados por la extracción maderera.
Esas nuevas características coinciden con la entrada de empresas madereras transnacionales, especialmente las procedentes de Malasia, en la región amazónica brasileña, sin que el gobierno adopte medidas para evitar que se repita en el país la devastación ocurrida en el sudeste asiático, denunció Leroy.
Otro motivo de preocupación es que la divulgación de estos datos coincide también con la votación, en la Cámara de Diputados, de una ley que se destinará a reprimir los delitos ambientales.
El gobierno fue sensible a presiones empresariales y aceptó retirar 35 artículos de los 90 previstos en el proyecto inicial, eliminando o suavizando las penas a empresas que provoquen daños al medio ambiente.
La nueva legislación se propuso justamente para poner fin a la impunidad de los grandes destructores ambientales. Con las enmiendas impuestas por el oficialismo, "seguirán siendo castigados sólo los pequeños campesinos y queda comprobado que no hay voluntad política para cambiar la situación" protestó Leroy. entacin parlamentaria, e "hizo un psimo acuerdo" que resta fuerza a la ley, lament el diputado Gilney Viana, autor de un reciente informe sobre la alarmante desarboli zacin amaznica.
El ministro del Medio Ambiente, Gustavo Krause, celebró la disminución del área deforestada en los dos últimos años pero admitió que "los datos no son cómodos".
Anunció trece medidas intensificar la lucha contra este problema, incluyendo seis leyes y acuerdos con los ministerios de Reforma Agraria y de Agricultura para evitar que asentamientos de campesinos contribuyan a la deforestación.
Los resultados de estudios sobre los bosques amazónicos, que fueron interrumpidos en 1992, deberían haber sido divulgados en el inicio de diciembre.
Su difusión fue postergada, según los ambientalistas, para evitar repercusiones negativas en una visita del presidente Cardoso a Gran Bretaña y en la participación brasileña en la Conferencia Mundial de Kyoto Japón) sobre Cambio Climáticos.
Pero terminó siendo difundido dos días antes de la visita de Cardoso a Suiza. (FIN/IPS/mo/dg/en/98