/PERSPECTIVAS 1997-1998/ AMERICA CENTRAL: El narcotráfico vuelve al centro de la agenda

América Central dejó este año de percibir el problema del narcotráfico como un mero balance de decomisos y se dedicó a diseñar un convenio contra el lavado de dinero para combatir los cárteles que amenazan la democracia.

Los gobiernos centroamericanos debieron analizar con más detenimiento su relación con Estados Unidos en la materia, así como la intención de este país de fundar un Centro Multilateral Antidrogas en la región, a iniciativa de Panamá.

Esta propuesta despierta temores en la sociedad civil y algunos militares, que perciben en ella la sombra de una nueva intervención de Washington en la región.

El narcotráfico ya no es simple motivo de denuncias en América Central, como lo fue en los años 70, sino algo más serio. Ya se detectó su incidencia en la política, lavado de dinero y producción y consumo de droga, en especial de cocaína y marihuana.

Víctor Meza, analista político del no gubernamental Centro de Documentación de Honduras, dijo a IPS que la región se está asomando "a un problema que, por causas propias de la guerra fría y los conflictos bélicos de los años 80, permaneció oculta en la agenda oficial de los gobiernos".

Hsta ahora, la cuestión del narcotráfico se había resumido a decomisos de drogas y la cantidad de dinero que éstos representan y "la cantidad de jóvenes que consumen drogas", pero "los gobiernos no se habían atrevido nunca a observar el bosque en su totalidad", agregó Meza.

"Ahora empiezan a preocuparse por el problema al tomar forma las sospechas de lavado de dinero en la región, de financiamiento de campañas electorales por parte del narcotráfico y la proliferación de pequeños grupos que comienzan a armar sus mafias de la droga", apuntó.

Los golpes asestados a los cárteles en México y Colombia convirtieron a América Central en un lugar atractivo para los narcotraficantes, según expertos de la región que redactaron un informe para el Transnational Institute (TNI) de Holanda y la Fundación Boell de Alemania.

Las conexiones entre los cárteles mexicanos y colombianos con grupos centroamericanos ya quedaron en evidencia en Guatemala, Panamá, Costa Rica, Honduras y Nicaragua. Además, fuentes diplomáticas estadounidenses informaron que agencia antidrogas de Washington (DEA) comenzará a operar en Belice y El Salvador.

Los gobiernos aprobaron en octubre un convenio regional contra el lavado de dinero y delitos vinculados con el narcotráfico, que incluye la suspensión del secreto bancario. El convenio deberá ser ratificado por los parlamentos.

En Honduras, mientras tanto, se aprobó una ley contra el lavado de activos, que, si bien considerada poco ambiciosa, es la primera acción que en esta materia por parte de Tegucigalpa.

La ley hondureña no permite a los fiscales investigar de forma retroactiva capitales de procedencia dudosa, pero insta a la banca a tener más cuidado con futuras transacciones comerciales, explicó Meza.

Un banquero hondureño comentó a IPS que hace cinco meses se presentó a su institución una persona dispuesta a depositar 1,4 millones de dólares que afirmó haber ganado como parte de una "consultoría" en Panamá.

"Sospechamos que ese dinero procedía del lavado de activos, pero como la ley por ahora nos impide preguntar al cliente el origen real de su dinero el banco no puede dejar ir una operación de tal naturaleza", agregó.

América Central es un asunto pendiente en la política de Washington, que ve cómo su tradicional aliada de la guerra fría puede convertirse en un bastión del narcotráfico si no detiene el fenómeno "a tiempo", según el informe del TNI y la Fundación Boell.

"Abandonamos mucho" a América Central "en los años 80", admitieron a IPS diplomáticos estadounidenses. (FIN/IPS/tm/mj/ip/97

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