La 'flexibilidad' emergió como palabra clave en la conferencia sobre el recalentamiento del planeta inaugurada hoy en esta ciudad de Japón, mientras los gobiernos están divididos en cuanto al compromiso a asumir para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero.
Al inaugurar las negociaciones que se llevarán a cabo hasta el 10 de diciembre, el presidente de la conferencia, Hiroshi Oki, de Japón, apeló a los participantes a que tengan "flexibilidad" en esta difícil ronda de negociaciones.
A la vez, prometió a los países en desarrollo una solución "limpia y equitativa".
Oficialmente, las posiciones de los bloques opositores, incluyendo la Unión Europea, Estados Unidos y los países en desarrollo, están muy alejadas.
Subyacente al debate hay una aguda división entre los países industrializados y los países en desarrollo sobre las obligaciones que esperan que asuma el otro.
Estados Unidos no ha dado señales de que cambiará su posición de que algún tipo de compromiso de parte de los países en desarrollo para reducir las emisiones de gases debe lograrse en Kioto.
Pero los países en desarrollo afirman que los países industrializados son responsables por alterar la atmósfera. Sólo Estados Unidos produce más de 20 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono del mundo, y debería tomar la delantera en las reducciones, alegan.
"Es injusto que nos veamos forzados a asumir un compromiso cuando no hay indicación de liderazgo de los principales contaminantes", dijo Espen Ronneberg, de las islas Marshall, una de muchas que podría recibir la carga de una subida del nivel del mar causada por el recalentamiento mundial.
Al igual que Estados Unidos, los países industrializados están por detrás de los compromisos para reducir las emisiones a los niveles de 1990 en el 2000.
Las conversaciones de Kioto esperan encarar este fracaso fijando metas vinculantes para reducciones de las emisiones de gases invernadero con la quema de combustibles fósiles.
Dadas las posiciones encontradas, las esperanzas por llegar a un acuerdo dependen del nivel de flexibilidad que puede lograrse en los próximos días, antes de que los ministros de gobierno lleguen al final de la semana.
"Ahora todo está basado en la negociación", dijo un delegado finlandés que pidió no ser identificado. "Las conversaciones se centrarán en un compromiso, el cual será presentado para la negociación final de los ministros".
Las autoridadades ya ven algunas señales de compromiso.
La delegación de Estados Unidos, que pretende que no haya reducciones durante al menos 10 años, ahora indica un cambio hacia aceptar la propuesta de Japón por una reducción promedio de cinco por ciento entre el 2008 y el 2012, a condición de que países en desarrollo como China e India también hagan el compromiso.
Los delegados europeos, que llegaron con la más ambiciosa propuesta de una reducción de 15 por ciento por debajo de los niveles de 1990 en el 2010, también se refirieron a un 10 por ciento como base para nuevas negociaciones, dijeron fuentes de la conferencia.
Los enfrentamientos por las metas, cronogramas y términos de compromisos vinculantes bajo la tercera reunión de las partes a la Convención sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas de 1992 quedan ahora en el anfitrión, Japón.
Pero este lunes la flexibilidad que emergió como centro de las negociaciones, mencionada como esperanza para lograr un acuerdo, fue criticada por activistas defensores del medio ambiente.
"Equiparamos la 'flexibilidad' a lagunas que evitarán una solución al recalentamiento del planeta", dijo Lars Georg Jensen, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Dinamarca. "Las propuestas que se están presentando son forma y medio para que los países industrializados escapen de metas claras", alegó.
Algunas propuestas sobre la mesa de Kioto incluyen el comercio de emisiones, el cual permitiría a los países "vender" sus créditos a aquellos que continúen produciendo gases invernadero.
También hay propuestas por ampliar la gama de gases cubiertos por las metas de reducción, además de los tres principales, dióxido de carbono, metano y óxido nitroso.
Estados Unidos propone medidas de estabilización para incluir otros tres gases, los hidrofluorocarbonos, los perfluorocarbonos y el hexafloruro de azufre.
Las discusiones también se refieren a un método "neto" para medir las emisiones, el cual permitiría a los países calcular las emisiones totales tras extraer el carbono absorbido en los bosques y cuencas.
Pero los críticos afirman que esta es otra forma de permitir a los gobiernos pasar por alto compromisos significativos.
Por su parte, los países en desarrollo llaman a que los avances tecnológicos, la capacitación y la financiación sean extendidos por los países industrializados para ayudarlos a reducir la tecnología "sucia" utilizada en la industria y la generación de energía.
Pero aunque aceptan que deben seguir un camino más respetuoso del medio ambiiente, autoridades de algunos países en desarrollo afirman que están siendo forzadas a asumir una doble carga. "Enfrentamos una amenaza financiera y técnica", dijo un delegado de Zimbabwe.
'Lo que sucede es que los países avanzados proponen que los países en desarrollo se pongan de acuerdo con un compromiso, antes de extender la ayuda", agregó.
Un delegado finlandés dijo que las conversaciones sobre la ayuda pueden no ser siempre realistas, dada la recesión económica y la caída de los fondos de ayuda. Los fondos para los países en desarrollo son difíciles de reunir, incluso mientras los donantes exigen mejores resultados para su dinero.
"Hay una resistencia a extender asistencia financiera si el dinero no se destina a proyectos específicos con metas claras. La situación es muy diferente que en (la cumbre de la Tierra de 1992 de) Rio de Janeiro, cuando el ánimo era entusiasta y los países tenían grandes reservas financieras para entregar como soluciones", destacó.
A la vez, muchas delegaciones enfrentan sus agendas internas, que tienden a bloquear los esfuerzos por lograr una solución en Kioto.
Las negociaciones de Kioto se producen en medio de fuertes presiones del mundo de los negocios en países como Estados Unidos, Japón y Australia contra grandes reducciones en las emisiones de gases invernadero, sin mencionar la industria de combustibles fósiles.
Incluso la atención del gobierno de Japón está ahora centrada en una reducción económica de la caída monetaria en Asia, la cual, según algunos, despertará más interés que la conferencia de Kioto.
Las prioridades de los gobiernos son eliminar los problemas económicos en casa, dijo un funcionario europeo, y agregó que, para muchos, "el recalentamiento global no es una preocupación tan acuciante porque el público no sufre los aspectos negativos tanto como sus problemas económicos". (FIND/IPS/tra-en/sk/js/lp/en-ip/97