Thatho Phelembe, un estudiante universitario de 19 años, no necesita un buen salario o padres ricos para participar en la revolución de las comunicaciones celulares en Sudáfrica.
Phelembe es uno entre los cada vez más jóvenes que aprovechan las ofertas y descuentos que convirtieron a los teléfonos celulares un bien accesible en las ciudades sudafricanas.
"Un teléfono celular ya no es símbolo de riqueza. Ahora es apenas una herramienta de comunicación que incluso un estudiante como yo puede pagar", dijo.
Sudáfrica lanzó su red de teléfonos celulares en julio de 1994 y su proliferación rivaliza con la de los teléfonos comunes.
"Oferta de Navidad. Teléfono gratis con una cámara de fotos automática gratis, con contrato por 24 meses", se lee en un aviso en los periódicos. Otros seducen a los clientes potenciales con sorteos de automóviles de lujo.
Este tipo de ofertas convirtieron a este servicio en algo accesible para los sudafricanos.
Un consumidor puede contratar una tarjeta de crédito que le da derecho a hablar una cantidad fija de tiempo. Esto significa que no debe firmar los contratos usuales bianuales. Lo único que necesita es comprar el aparato.
En 1994, cada teléfono costaba 700 dólares, pero ahora es posible obtener uno por 208 en supermercados o tiendas y hasta por 83 dólares en el mercado negro.
El sistema de comunicaciones móviles de Sudáfrica ha tenido uno de los crecimientos más rápidos del mundo. Se estima que 200 millones de personas usa teléfono celular en todo el mundo. En los últimos tres años, los proveedores del servicio en Sudáfrica vieron crecer el mercado hasta superar un millón de usuarios.
Vodacom, uno de los dos proveedores de comunicación celular del país, pronosticó que el año próximo habrá dos millones de usuarios.
"Las tarifas tienden a decrecer. Desde la inauguración del servicio celular hace casi tres años y medio, nunca aumentaron en términos reales", explicó Alan Knott-Craig, jefe ejecutivo de la firma.
"Ahora estamos recogiendo los frutos de la economía a escala. La intención era hacer los teléfonos celulares accesibles a cada vez más sudafricanos", agregó Knott-Craig.
Los proveedores del servicio afirman que, a pesar de la presión al alza de los costos operativos, la depreciación del rand y la sostenida inflación, pueden exponer tarifas que permiten a los usuarios hablar 20 por ciento más por el mismo dinero que al principio.
Mientras tanto, la compañía de teléfonos fijos Telkom ha aumentado sus tarifas mientras procura satisfacer la demanda. Hace poco anunció un aumento del costo de las llamadas locales de 25,6 por ciento.
Esta firma paraestatal siempre gozó del monopolio de las telecomunicaciones, y lo seguirá teniendo durante los próximos cinco años, pero apenas instaló cuatro millones de líneas telefónicas en toda su historia.
Existen, en promedio, 10 líneas telefónicas fijas cada 100 personas en Sudáfrica. En algunas zonas de la privincia de Gauteng, en la que se ubica la capital, la penetración es de hasta 75 por ciento, pero en la del Cabo Oriental es de alrededor de uno por ciento.
Los expertos de la industria predicen que el futuro de la telecomunicación en Sudáfrica es celular, aunque, por ahora, los beneficios se advierten sobre todo en las ciudades.
Mike Myers, gerente del RF Group, firma de venta de teléfonos celulares, sostuvo que la demanda es de tales dimensiones que ahora se requiere con urgencia la apertura de una tercera banda de frecuencias, la que se anunciará, con seguridad, en 1998. (FIN/IPS/tra-en/gm/kb/mj/cr/97