Delegados de 10 países de América del Norte y Central iniciaron hoy en San José una reunión de dos días para elaborar un plan de acción para superar las diferencias en materia migratoria, un tema crucial para ambas regiones.
La reunión, de carácter técnico, es preparatoria de la III Conferencia Regional sobre Migración, que se realizará en febrero en Canadá.
Pilar Norza, directora para América Latina y el Caribe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dijo que la primera conferencia se realizó en 1996, en Puebla, México, convocada por el gobierno de ese pais.
"México pensó que una forma de bajar la tensión con Estados Unidos sobre el tema de las migraciones podría ser tratarlo en forma multilateral", por lo que convocó a la Conferencia, en la que participan Canadá, Estados Unidos, México, Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Carlos Rico, director de la delegación mexicana, recordó que la migración es hoy un fenómeno que responde a realidades económicas, por tanto, encontrar la forma de regular los desplazamientos por motivos económicos es de alta prioridad para los países participantes.
Agregó que la Conferencia ha permitido a todos los países ponerse de acuerdo en una visiòn compartida del fenómeno migratorio, para impedir que algunos lo vean como un problema de delincuencia y otros como mano de obra barata.
El deseo de México es que la migración sea entendida como un asunto multilateral y, por tanto, tomar decisiones en esa forma, afirmó.
La migración es un tema que afecta principalmente a América del Norte y Central, debido a las guerras que afectaron a varios países del istmo en la década pasada y a que Estados Unidos es un fuerte polo de atracción ante el desempleo y empobrecimiento general de los centroamericanos.
Se calcula que durante la guerra civil en El Salvador, de 1980 a 1992, 50.000 personas fueron desplazadas. Un fenómeno similar ocurrió en Guatemala y Nicaragua.
Al acabar las guerras civiles, miles de refugiados guatemaltecos y salvadoreños asentados en México han regresado a sus países, pero el fenómeno hoy tiene importancia por razones económicas.
En Costa Rica hay cerca de 500.000 nicaragüenses, entre legales e ilegales, que buscan empleo. En el caso de El Salvador, las remesas de los ciudadanos asentados en Estados Unidos aportan cerca de mil millones de dólares anuales.
Estados Unidos impone cada día más barreras al ingreso de la población centroamericana y mexicana, pero los trabajadores mexicanos son muy importantes durante la época de cosecha en California.
México también envía trabjadores agrícolas temporales a Canadá, mediante un acuerdo bilateral que beneficia a 5.000 personas.
No existe un estudio detallado que muestre la situación de las migraciones en el área, razón por la cual OIM está empezando a hacer un trabajo en este sentido, a pedido de los países miembros de la Conferencia, indicó Norza.
Rico dijo que el foro ha permitido bajar las tensiones en materia migratoria entre Estados Unidos y el resto de los países de la región, porque el tema no se trata desde el punto de vista de los bloques geográficos sino del interés común.
Como muestra del mejor clima entre Estados Unidos y México en la materia, el funcionario indicó que el viernes se presentará en Washington un diagnóstico conjunto sobre el tema migratorio.
La Conferencia trabaja sobre seis temas básicos: derechos humanos de los migrantes, políticas migratorias, vínculos entre desarrollo y migración, cooperación internacional para el retorno, cooperación técnica para fortalecer a las oficinas nacionales y combate al tráfico internacional de personas. (FIN/IPS/mso/ag/pr/97