Los ministros de Agricultura del Mercosur reunidos en la capital de Uruguay coincidieron en la necesidad de que los procesos de integración y de globalización tengan en cuenta su impacto en pequeños productores y pobres de áreas rurales.
La reunión de ministros celebrada en el marco de un seminario internacional sobre pobreza rural en el Mercosur, inaugurada el lunes por el presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, fue organizada por el FIDA, agencia de Naciones Unidas con sede en Roma, con el auspicio del gobierno uruguayo.
La directora de la División de América Latina y el Caribe del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Raquel Peña- Montenegro, planteó la creación de un grupo de trabajo dentro del Mercosur con el objetivo de seguir de cerca los problemas de los pequeños productores.
La funcionaria dijo a IPS dijo que queda aún mucho camino por recorrer, pero subrayó que "la propuesta fue bien recibida en términos políticos por los ministros" y que no hubo muestras de rechazo por parte de ninguno de ellos.
El Mercosur (Mercado Común del Sur) nuclea a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, miembros plenos a los que se sumaron en distintos acuerdos comerciales Bolivia y Chile.
En la conferencia internacional, titulada "Combate contra la pobreza rural con reglas de mercado en el contexto del Mercosur", quedó en evidencia que los procesos de globalización pueden ser muy positivos, pero también muy negativos para ciertos sectores de la población, afirmó Peña-Montenegro.
Por esta razón, explicó, se debe implementar una política diferenciada y activa que permita que los más pobres también gocen los beneficios de estos procesos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estimó que la pobreza rural afecta a casi mil millones de personas en todo el mundo.
La proporción de la población rural cuyos ingresos y consumo están por debajo de las líneas de pobreza definidas por cada país se calculan en 31 por ciento en toda Asia, 60 por ciento en Africa subsahariana, 61 por ciento en América Latina y el Caribe y 26 por ciento en el Medio Oriente y Africa del Norte.
A menos que todos los países en desarrollo, con ayuda de los donantes internacionales, desarrollen una estrategia mundial para combatir el fenómeno, el número de pobres rurales podría afectar a 1.310 millones de personas en el 2000.
Ciento veintitrés millones de los 425 millones de habitantes de América Latina y el Caribe viven en zonas rurales, 76 millones de los cuales viven por debajo de la línea de pobreza.
El presidente del FIDA, Fawzi Al Sultan, destacó que los ministros del Mercosur hayan admitido que se requiere una mayor coordinación para desarrollar sus políticas agrícolas.
Pablo Glikman, oficial de proyectos del FIDA, informó a IPS que en el seminario se reconoció que el Mercosur genera oportunidades pero también graves dificultades si no se diseñan políticas concretas para atacarlas.
Esas políticas deberán ser nacionales, pero tomando en cuenta las realidades de los otros países del Mercosur, sostuvo Glikman.
El ministro de Agricultura de Venezuela, Raúl Alegret, aseguró ante sus pares en Montevideo que los procesos de apertura económica y de integración regional han agudizado en algunos casos la pobreza rural.
Por su parte, Felipe Solá, secretario de Agricultura de Argentina, expresó que los agricultures del Mercosur no han sufrido un impacto diferenciado del resto de los sectores, pero observó que en su país el resultado para esa actividad fue, en general, positivo.
El FIDA, creado en 1977 e integrado por 160 países, tiene como único mandato luchar contra el hambre y la pobreza rural en las regiones del mundo con bajos ingresos y deficitarias en alimentos.
La agencia ofrece apoyo técnico y financiero para que el proceso de globalización beneficie a los pequeños productores agrícolas. En ese sentido, ha invertido 215,08 millones de dólares en 20 proyectos en los seis países de la órbita del Mercosur en respaldo de los pobres rurales.
En toda América Latina y el Caribe, el FIDA ha otorgado 785,87 millones de dólares para financiar 83 proyectos en 28 países entre 1978 y septiembre de 1997.
El Mercosur, con una población cercana a los 200 millones de habitantes, constituye el cuarto mayor mercado comercial del mundo, detrás del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC, que nuclea a Canadá, Estados Unidos y México), la Unión Europea (UE) y Japón.
Entre 1990 y 1995, el comercio en la región aumentó de 4.000 millones de dólares a 14.500 millones, mostrando una tendencia creciente sin señales de desaceleración.
El comercio intraregional, expresado en porcentaje de las exportaciones totales de sus países miembros, se elevó de casi nueve por ciento en 1990 a 22 por ciento en 1995. El intercambio comercial del bloque con países extrarregionales demostró un aumento promedio de 14 por ciento en el mismo período.
Además de los ministros o sus representantes, asistieron al seminario en Montevideo expertos de los países del Mercosur, Bolivia y Chile y el ministro de Venezuela. (FIN/IPS/jp/mj/dv/97