Unos 13 millones de personas, la mitad de la población de Marruecos, concurrirá a las urnas este viernes para elegir a su primer parlamento bicameral, mientras contempla a su vecina Argelia acosada por la violencia religiosa.
La situación argelina no constituye por ahora una amenaza para Marruecos, cuyo rey, Hassan II, cree que "la auténtica cultura marroquí se basa en el diálogo y el consenso". Sin embargo, el radicalismo islámico existe en el país, admitió un funcionario del gobierno que reclamó reserva sobre su identidad.
Los fundamentalistas pretenden que Marruecos regrese a los valores ortodoxos y las tradiciones de su particular lectura del Corán, el libro sagrado de la religión musulmana, y se integraron a partidos derechistas.
La alta tasa de desempleo del país, entre 16 y 18 por ciento, es "combustible" para el extremismo islámico marroquí, según el periodista Nordine Azzouz, del diario argelino independiente La Tribune. Pero aún no han hecho sentir su presencia, añadió.
Otro periodista, George Fahim Matta, del diario El Waft, de Egipto, sostuvo que el desempleo continuará creciendo y complicando el panorama político a medida que Marruecos ajuste su economía a la "globalización" e ingrese a la Organización Mundial de Comercio (OMC) en el 2000, como se prevé.
En el actual legislativo unicameral, apenas 222 de 333 diputados fueron elegidos en 1993 de forma directa. Esta vez, la nueva Cámara de Representantes contará con 325 miembros electos.
Al establecer un parlamento bicameral y convocar a elecciones anticipadas, el rey Hassan II, de 68 años, pretende "echar los cimientos de instituciones democráticas firmes" en un país con una deuda externa de 25.000 millones de dólares y cuatro millones de desempleados.
Las elecciones de este viernes son las sextas parlamentarias desde que Marruecos se convirtió en una monarquía constitucional en 1962, pero la primera en "una atmósfera de transparencia y honestidad", según Hassan II.
Catorce partidos políticos presentaron unos 3.500 candidatos, 65 de los cuales son mujeres. "Es un número relativamente alto de candidatas, lo que deja en evidencia la creciente preocupación por asuntos de género", dijo un funcionario de gobierno que reclamó reserva sobre su identidad.
En el actual gobierno interino compuesto por 28 técnicos designados por el monarca figuran cuatro mujeres a cargo de las carteras de Investigación Científica y Cultura, Energía y Minas, Asuntos Sociales y Solidaridad Nacional, y Deportes.
El deportista Said Aouita, campeón olímpico y mundial en carreras de 1.500, 2.000, 2.500, 3.000 y 5.000 metros, es candidato de la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), que integra el izquierdista Koutla Democratique (Bloque Democrático) en el parlamento saliente.
Otros dos partidos de izquierda comparecen ante la ciudadanía fuera del Koutla, el Social Democrático (PSD), y el Frente de Fuerzas Democráticas (FFD).
Un gobierno conducido por la izquierda y que incluya algunos partidos derechistas acabaría con 35 años de gobiernos de derecha y fortalecería la estabilidad del país, según Thami Khyari, líder del poco conocido FFD y profesor de economía de la Universidad de Rabat.
"¿Cuál es la diferencia? No tenemos entusiasmo", dijo un joven de unos 20 años al aludir a las promesas similares que plantean los 14 partidos participantes en las elecciones.
"Todos quieren acabar con el desempleo, incluso los que gobernaron durante todos estos años. ¿Por qué no hicieron nada hasta ahora?", se preguntó.
Uno de cada tres residentes en áreas urbanas es un desempleado. La falta de trabajo es menor en las áreas rurales. El desempleo en todo el país es de entre 16 y 18 por ciento.
El rey convocó a la ciudadanía a las urnas para que un nuevo gobierno sustituya a los tecnócratas que asumieron en agosto y se encargue del "desafío de dar los pasos correctos hacia el siglo XXI".
"El país deberá desembarazarse de su pasado, achicar la burocracia gubernamental y cerrar empresas ineficientes", dijo el egipcio Matta. (FIN/IPS/tra-en/raj/rj/mj/ip/97