Los niños, niñas y mujeres de México tienen al enemigo en casa y poco pueden hacer para defenderse. El drama quizá no se prolongue demasiado en muchos de los casos, pues las víctimas pronto contarán con leyes que castigarán como nunca antes la violencia intrafamiliar.
Este martes comenzó a ser discutida en la Cámara de Diputados un conjunto que reformas legales dirigidas a tipificar como delito la violencia, física o psicológica, ejercida dentro de la familia.
Se trata de una iniciativa consensada por autoridades, grupos no gubernamentales y representantes de todos los partidos políticos.
Según una investigación de la Asociación Mexicana contra la Violencia, 82 por ciento de los niños y niñas 26 por ciento de las mujeres del país son víctimas de la violencia intrafamiliar.
Si se aprueban las reformas, como todos esperan, las sanciones contra las o los agresores irán desde la pérdida de derechos paternales, hasta la cárcel por más de 10 años. Pero no sólo serán castigos, también habrá prevención y asesoramiento familiar.
Compartir el techo con el enemigo es un drama que estuvo marginado de las leyes penales. Ya era el momento de enfrentarlo con severidad, dijo Martha Gastélum, diputada del opositor Partido de la Revolución Democrática.
La iniciativa de reformas, firmada por el presidente Ernesto Zedillo, fue presentada junto a una encuesta nacional que habla de la problemática.
En el estudio se indica que 72 por ciento de los entrevistados opina que las personas que maltraten a un miembro de la familia deben ser severamente castigadas, 21 por ciento afirma que conoce a alguna persona agraviada dentro de su propia familia y 88 por ciento pide que ese tipo de comportamiento sea definido como un delito.
Las agresiones dentro de la familia son consideradas por los psicólogos y sociólogos como una de las causales de los altos niveles de violencia e inseguridad que hoy vive México.
En los dos últimos años, las denuncias por maltraro y abuso de menores aumentaron 30 por ciento respecto a 1995, indican las autoridades. Para las mujeres se habla de cifras similares.
En México, como en otros países, es común encontrar en las salas de emergencia de los hospitales a mujeres golpeadas severamente por sus maridos y a niños y niñas con múltiples traumatismos.
Las reformas que discuten los diputados estipula que la violencia intrafamiliar "es el uso de la fuerza física o moral de manera reiterada en contra de un miembro de la familia, que atente contra su integridad física o psiquíca, independientemente de que pueda o no producir lesionen".
En la iniciativa se considera que el o la agresora deberán pagar los tratamientos médicos y pisicológicos que requiera la víctima.
Además señala que "en defensa de la libertad sexual que debe prevalecer en las relaciones de pareja" se sanciona la violación entre cónyuges o concubinos.
En México existe juriprudencia que sostiene que no existe violación entre cónyuges, sino "un ejercicio indebido del propio derecho".
La Asociación Mexicana contra la Violencia indica que 70 por ciento de las mujeres atendidas por violencia intrafamiliar revelan que sufren agresiones sexuales cotidianas de parte de su pareja.
La casi totalidad de los casos de abuso sexual presentados a las autoridades (95 por ciento) quedan impunes y apenas 17 de cada 100 mujeres ultrajadas realiza la denuncia, indican diversos estudios. Se estima que en México se comete una violación cada nueve minutos.
El miedo, los engorrosos trámites legales, la poca educación y la falta de atención especializada, hace que las víctimas prefieran soportar su drama.
El objetivo de las reformas presentadas a la Cámara de Diputados pretende facilitar las denuncias, brindar ayuda en forma inmediata y sancionar con severidad.
Junto a la iniciativa de cambios legales, el gobierno prometió reforzar sus campañas contra la violencia intrafamiliar en los medios de comunicación y en las escuelas, gestionar la ampliación de los servicios sociales familiares y aumentar el personal que investiga los casos relacionados al tema. (FIN/IPS/dc/dg/pr-hd/97)
