El mensaje de la liberalización del comercio resulta difícil de expandir en Asia ante la actual crisis financiera y las interrogantes sobre cómo proteger a las economías de los caprichos de un mercado abierto e integrado.
La liberalización del comercio y la inversión sigue siendo el mantra del foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC), cuyas 18 economías miembro mantienen su reunión anual en esta ciudad desde la semana pasada.
El objetivo continúa siendo la creación de una región sin fronteras, desde América Latina y del Norte hasta Australia, y fue planteado en la cumbre de 1994 en Australia, cuando las economías industrializadas acordaron levantar todas las barreras al comercio y la inversión en el 2010, y los países en desarrollo en el 2020.
Pero este año, las autoridades debieron hacer un esfuerzo extra para que la agenda de la liberalización recibiera tanta atención como la crisis financiera.
Mientras los ministros de APEC discutían en qué áreas introducir la liberalización, incluyuendo pescado y metales ferrosos, la semana pasada Corea del Sur debió pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI).
El gobierno de Canadá, anfitrión de la cumbre, afirma que no detecta una pérdida de entusiasmo en la liberalización porque esta no está relacionada a la cuestión monetaria. "La liberalización no es la razón de ser de la crisis", aseguró el ministro de Comercio de ese país, Sergio Marchi.
Pero críticos destacan que la crisis financiera desató problemas en la economía real, y que, tras esta experiencia, una Asia más humilde tiende a adoptar una posición más cauta sobre la economía mundial integrada.
Expertos y autoridades de APEC sostienen que la agenda para la liberalización del comercio y la inversión deber reforzarse precisamente ante los problemas que enfrenta Asia.
Las economías industrializadas de APEC, lideradas por Canadá y Estados Unidos, están ansiosas por demostrar que el foro se mueve hacia la liberalización del comercio a pesar de los problemas monetarios de Asia, con la idea de aprobar un paquete de liberalización temprana en 15 sectores, sobre una base voluntaria.
Pero, al igual que en años anteriores, países en desarrollo afirman que APEC es más que justa sobre la liberalización del comercio.
Durante la cumbre de ministros que finalizó el sábado, China y Malasia hicieron un llamado a prestar mayor atención a la cooperación económica, ya que el tema de la liberalización ha tenido suficiente.
El canciller chino, Qian Qichen, dijo que, aunque la liberalización condujo al progreso, el programa de cooperación económico-técnica no se movió "tan rápido como habíamos esperado".
Antes de dejar Vancouver, el presidente de Filipinas, Fidel Ramos, dijo que "el torbellino monetario llama a una mayor liberalización, no a un retorno al proteccionismo, a una desregulación del comercio más rápida, no a la restauración de los controles, y a un mayor compromiso con la economía mundial, no menor".
Sin embargo, incluso los impulsores de APEC afirman que los problemas de Asia hacen más difícil lograr respaldo para la liberalización comercial entre pueblos preocupados por los efectos de la especulación en los mercados sobre su economía y condiciones de vida.
"Esto llega al corazón del problema que a menudo enfrentamos para vender los beneficios de la liberalización comercial", dijo un funcionario canadiense. (FIN/IPS/tra-en/idg-js/lp/if/97)