ARGENTINA: Partido gobernante dividido tras su derrota electoral

El gobernante Partido Justicialista de Argentina está dividido tras su derrota en las elecciones legislativas del 26 de octubre, entre una corriente "progresista", que pide cambios, y otra que propone un tercer período en la Presidencia para Carlos Menem.

Dos gobernadores y un vicegobernador formalizaron el lunes un nuevo "espacio progresista" dentro del justicialismo, para discutir las causas de la derrota electoral y eliminar secuelas sociales del modelo neoliberal aplicado por el gobierno, como la pobreza y el desempleo, dos efectos rechazados en las urnas.

Los dirigentes "rebeldes" ya habían manifestado malestar con el presidente, que se negó a compartir la derrota con su partido, arguyendo que él no fue candidato. El justicialismo sufrió frente a la Alianza opositora su primera derrota en 10 años en elecciones de ámbito nacional.

La llamada Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación, que nació de la fusión de la centrista Unión Cívica Radical y centroizquierdista Frente País Solidario, se propone captar ahora a los dirigentes justicialistas disconformes con la marcha del gobierno.

Uno de ellos es el gobernador de la austral provincia de Santa Cruz, Néstor Kirchner, que amenazó con abandonar el partido si el gobierno no hace una autocrítica. Kirchner ganó en su provincia el día 26, y promueve la creación de una nueva corriente dentro del justicialismo.

También se sumó a los disidentes Jorge Busti, gobernador justicialista de Entre Rios, una provincia fronteriza con Uruguay en la que se impuso la Alianza. Busti advirtió que los legisladores de su provincia se opondrán al proyecto de flexibilización laboral que promueve el gobierno nacional.

Lo mismo hizo el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires Rafael Romá, otro de los dirigentes justicialistas a quienen la Alianza veía con buenos ojos. Romá es el segundo del gobernador Eduardo Duhalde, quien se declaró "padre de la derrota" electoral, por la importancia de su distrito, el de mayor número de votantes.

Hilda González, esposa de Duhalde y primera candidata a la Cámara de Diputados por el justicialismo en la provincia de Buenos Aires, fue aventajada por siete puntos por la senadora aliancista Graciela Fernández Meijide. El resultado de los comicios causó un fuerte impacto en el gobernador, aspirante a suceder a Menem en 1999.

La derrota de Duhalde determinó un clima de ausencia de sucesor en el partido gobernante, que fue utilizado con escasa repercusión el día después por el ex cantante y ex gobernador provincial Ramón "Palito" Ortega, quien empapeló la capital con su imagen.

Pero esta semana hubo una propuesta que los constitucionalistas calificaron de "disparate" jurídico. Un grupo de legisladores justicialistas encabezados por el diputado Mario Cámara estudia una iniciativa para permitir una tercera gestión de Menem.

Menem consiguió la reelección en 1995, luego de haber obtenido un año antes consenso para reformar la Constitución y permitir su reelección, mientras el periodo presidencial era reducido de seis a cuatro años.

Los constituyentes explicitaron que la reelección sólo podría darse por única vez, y que el primer periodo era considerado el que Menem estaba ejerciendo. Ahora, Cámara y un puñado de legisladores consideran que ese primer periodo corresponda a la vieja Constitución, y que con la nueva, promulgada en 1994, el primero es en realidad el segundo.

"Es una cuestión de interpretación y lo queremos debatir, porque para muchos justicialistas, el mejor candidato para 1999 sigue siendo Menem, y si la gente lo quiere, él podría cerrar el ciclo de transformaciones que viene realizando desde 1989 en Argentina", dijo Cámara.

El proyecto fue presentado como una iniciativa aislada, sin aparente respaldo gubernamental. El secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, prefirió no opinar de asuntos que se tratan en el Congreso, y el senador oficialista Eduardo Bauzá lo consideró "un chiste".

El constitucionalista Daniel Sabsay calificó de "dislate" la propuesta. Dijo que la Constitución "es clarísima" sobre ese punto, y manifestó su preocupación por el hecho de que un legislador "sea capaz de hacer esa interpretación de mala fe".

En este clima, el presidente, sus ministros, gobernadores, legisladores y otros dirigentes del justicialismo se reunirán el jueves para analizar las causas de la derrota electoral. A la cita no fue invitado Kirchner, el más crítico, y no irá Duhalde, que está en viaje de descanso. (FIN/IPS/mv/ff/ip/97

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