Numerosos veteranos de la guerra de liberación de Zimbabwe que no llegaron a registrar su solicitud de compensación salieron a las calles hoy en reclamo de una extensión del plazo y de mayor transparencia del proceso.
El período de registro se abrió el 22 de septiembre y culminó esta semana, pero sólo en la provincia de Harare más de 2.000 ex combatientes quedaron sin registrar, afirmó John Gwitira, vicepresidente de la Asociación de Veteranos de Guerra.
"Ni un solo ex combatiente quedará afuera. Eso es un hecho, porque es por lo que hemos luchado", aseguró Gwitira a los veteranos manifestantes.
Chenjerai Hunzbi, presidente de la Asociación Nacional de Veteranos de Guerra, declaró la semana pasada que "a lo sumo", el plazo sería extendido una semana.
"Se trata de una táctica para dejarnos fuera", dijo un ex combatiente. De acuerdo con la Ley de Compensación a las Víctimas de Guerra, todos los veteranos de la guerra de liberación que tuvo lugar entre 1962 y 1980 serán compensados por su tarea.
Entre los manifestantes de este viernes se encontraban aquellos que nunca cruzaron la frontera pero realizaron su entrenamiento militar en Zimbabwe.
"No es nuestra culpa no haber cruzado la frontera; el hecho es que peleamos junto a los camaradas de Mozambique y Zambia. Pero las autoridades creen que sólo los que se entrenaron fuera del país son ex combatientes", protestó uno de los veteranos.
"Me fui a registrar y me dijeron que nadie conocía la base donde fui entrenado, entonces no me aceptaron. ¿Están afirmando entonces que la guerra sólo fue peleada por quienes cruzaron la frontera?", preguntó otro ex combatiente.
Gwitira admitió que la obtención del registro resulta difícil y podría llevar más tiempo para los soldados que se entrenaron en Zimbabwe.
"Pero estamos trabajando en eso. Cada camarada que luchó debe ser compensado, sin importar si recibió entrenamiento en Zimbabwe o en otro lugar", dijo Gwitira a la multitud inquieta.
Pero no sólo en Harare hay controversia por el proceso de registro.
"El problema existe en todo el país. Algunos veteranos están enfermos, otros están fuera del país, pero cada ex combatiente de buena fe debe ser registrado. Que se haya detenido el registro no significa que quienes aún no se registraron perdieron su oportunidad", sostuvo Gwitira.
Se esperaba que unos 70.000 veteranos se registraran, pero apenas lo hicieron 40.000. Además, unos 4.000 solicitantes fueron rechazados.
Muchos combatientes "viven en áreas rurales y probablemente no saben del registro. No debería haber un plazo, porque, sin importar si un veterano se registra esta semana o el año que viene, tiene el mismo derecho", opinó un ex combatiente que fue entrenado en Mozambique en 1977.
Para compensar a los 70.000 veteranos estimados, el gobierno debe recaudar cerca de 280 millones de dólares estadounidenses además de unos 12 millones de dólares por mes a partir de enero de 1998.
Desde que Zimbabwe alcanzó la independencia en abril de 1980, el gobierno hizo poco por aliviar la situación de los ex combatientes, muchos de los cuales viven en la pobreza más abyecta.
Sólo luego de masivas protestas en todo el país, junto con amenazas de algunos veteranos de levantarse en armas, el presidente Robert Mugabe anunció que cada ex combatiente recibiría una suma de 4.000 dólares y una pensión mensual de 167 dólares.
Pero en marzo el gobierno suspendió los pagos luego de que se conocieron algunas irregularidades, como la compensación a personas que jamás pelearon en guerra alguna. La suspensión causó una ola de protestas a nivel nacional.
La lista de los beneficiarios del Fondo incluye a políticos y altos funcionarios del gobierno, quienes fueron citados por una comisión investigadora instaurada por el presidente Mugabe. (FIN/IPS/tra-en/lm/pm/ml/ip/97