/REPETICION/ (Artes y Espectáculos) EE.UU.: La cultura gay gana la pantalla

La cultura homosexual se ha proyectado en la televisión y el cine de Estados Unidos en los últimos meses, pero cristianos conservadores y otros movimientos intentan devolverla al armario en donde estaba.

Uno de los episodios más notorios ocurrió el pasado mayo, cuando la protagonista de la serie "Ellen", de American Broadcasting Company (ABC), reveló su homosexualidad pocos días después de que la propia actriz, Ellen DeGeneres, hiciera lo mismo en la vida real.

De manera similar, uno de los filmes más populares en el país desde que fue estrenado el pasado mes es "Dentro y fuera", una comedia dirigida por Frank Oz en la que Kevin Kline representa a un profesor que se da cuenta de su posible homosexualidad pocos días antes de su boda.

La película resultó una de las más taquilleras de este otoño boreal y desmintió así la creencia de Hollywood sobre que los filmes relacionados con la homosexualidad no tienen éxito.

Ambos ejemplos revelan tanto las dificultades que los gay deben enfrentar para ser aceptados como todo lo que han logrado en los últimos tiempos.

DeGeneres debate abiertamente con ABC sobre si "Ellen" será capaz de continuar abordando la cuestión de la homosexualidad, mientras los protagonistas de "Dentro y fuera" (Kline y Tom Selleck), quienes se dan un largo beso en la película, intentan convencer al público de que no son gays en la vida real.

La disputa entre DeGeneres y ABC es especialmente reveladora de las nuevas presiones que los productores de televisión enfrentan tras la aprobación por el presidente Bill Clinton y el Congreso de la clasificación de los programas según las edades para los que son considerados aptos.

A diferencia de cualquier otra comedia de las cuatro principales redes de televisión estadounidenses, "Ellen" es considerada inapropiada para menores de 14 años.

DeGeneres expresó su frustración porque los ejecutivos de ABC evitan cualquier historia relacionada con la homosexualidad.

Según la actriz, los guionistas de su serie apenas se animan a abordar la inclinación sexual de su principal personaje, Ellen Morgan, y en general evitan las bromas o historias relacionadas con la homosexualidad.

La preocupación de ABC podría ser consecuencia de un boicot organizado por la Convención Bautista Nacional, un grupo conservador del sur del país, contra Walt Disney, el conglomerado de entretenimientos que adquirió la cadena ABC.

Los bautistas se enfurecieron cuando Disney y ABC permitieron que el principal personaje de una serie tan popular "resultara" una lesbiana, y también protestaron porque Disney otorga a las parejas de homosexuales los mismos derechos y beneficios laborales que a las heterosexuales.

La presión es demasiada para DeGeneres, quien amenazó con renunciar a su serie si ABC prosigue con sus planes de advertir antes de cada capítulo que el material "podría ser inapropiado para niños".

La actriz opinó que sería lo mismo advertir antes de un programa televisivo basado en la cultura afroestadounidense que el material podría resultar ofensivo para los racistas.

Excepto por la controversia generada, "Ellen" se destaca por la moderación y el sentido de familia con que se trata la homosexualidad.

En un capítulo, Ellen Morgan procura infructuosamente la comprensión de sus padres, hasta que su padre, viendo cómo su hija es insultada por ser lesbiana, acude en su defensa y grita: "¡Ella es así, distinta, acostúmbrense!".

De manera similar, "Dentro y fuera", escrita por Paul Rudnick, muestra cómo una comunidad tradicional maneja la posibilidad de que uno de sus miembros, el maestro de escuela Howard Brackett (Kline), sea gay.

El padre de Brackett, interpretado por Wilford Brimley, le pregunta confundido: "¿No te dedicarás ahora al mundo del espectáculo, no?" Mientras, sus alumnos insisten en que la gente lo cree gay porque es muy prolijo y cortés.

Kline resulta cómico en su interpretación de alguien que se esfuerza por comportarse "como un hombre". Tanto es así que adquiere un vídeo instructivo que le enseña a usar expresiones típicamente masculinas y a evitar exclamaciones como "¡Qué hermoso escaparate!".

Selleck, conservador en su vida privada, interpreta a un periodista gay, lo cual resulta irónico teniendo en cuenta que el actor demandó al tabloide The Globe por insinuar que era homosexual.

El actor también se empeñó en destacar que los únicos hombres a los que besó en la vida real fueron su padre y sus hermanos, y sólo en la mejilla. (FIN/IPS/tra-en/fah/ml/cr/97

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