JAPON: Explotación sexual de niñas crece a pesar de las leyes

La capital de Japón cuenta desde este mes con una ley contra la explotación sexual de niñas, pero el problema continuará mientras no se ataquen ciertos factores culturales que la alientan, según expertos.

La práctica del sexo entre adultos y adolescentes se ha convertido en una costumbre tan común en los últimos años que los japoneses ya han acuñado un eufemismo para referirse a ella, "enjo kosai" o "cita con compensación".

Unos 168.000 residentes de Tokio firmaron una petición de medidas legales contra este fenómeno.

A comienzos de mes, y luego de años de intensa presión de ciudadanos y activistas, el gobierno metropolitano de Tokio aprobó un decreto que prohíbe a mayores de 18 años tener relaciones sexuales a cambio de dinero con menores de edad.

La norma también castiga a quienes actúen como intermediarios entre adultos y menores. Las sanciones incluyen hasta un año de prisión y multas por hasta 4.100 dólares.

Nobuo Hirabayashi, funcionario del gobierno de Tokio, confía en que el decreto brindará protección a las víctimas y disuadirá a adultos inescrupulosos.

Hiroshi Kato, un consejero familiar que ha participado en la campaña por el establecimiento de una norma como la aprobada, alertó que la ley debería castigar a los adultos culpables y no a las jóvenes.

Kato recordó que las leyes de Japón no imponen suficiente castigo a los usuarios de prostitutas y redes de proxenetismo. La ley que prohíbe la prostitución, por ejemplo, no establece castigos para los clientes, si bien fija medidas contra los proxenetas y las propias prostitutas.

La oferta de sexo a cambio de dinero por parte de niñas se ha convertido en una práctica común en los últimos años.

Estudios privados efectuados por profesores revelan que el porcentaje de alumnas de la última fase de la enseñanza media que reconocen haber tenido relaciones sexuales se duplicó entre 1987 y 1996, de 18,5 a 34 por ciento. Mientras tanto, apenas 28,6 por ciento de los alumnos varones las han tenido.

El gobierno de Tokio reveló este mes una encuesta según la cual una de cada 30 estudiantes de enseñanza media participaron en "enjo kosay". Entre las razones que adujeron figuraron la necesidad de dinero y el deseo de "emociones".

Informes publicados por medios de comunicación indicaron que muchas adolescentes acceden a este tipo de citas porque desean comprar ropa o viajar.

Una niña de 16 años dijo a un periodista que mantiene relaciones sexuales regulares con tres hombres que le dan alrededor de 413 dólares por encuentro, o regalos por un valor equivalente.

"No estoy enamorada de ninguno de ellos y no me siento culpable. Vivo el momento", dijo.

La ginecóloga Miyoko Kono dijo haber tratado a 2.500 adolescentes en los últimos cinco años en su clínica en Hiroshima. Muchas de ellas practican "enjo kosai" y quedaron embarazadas o contrajeron enfermedades de transmisión sexual.

"Espero que la ley nos dé armas para impedir que los adultos tengan relaciones sexuales con menores", dijo Kono.

Pero los sociólogos no creen que la legislación sirva para cambiar esta práctica, y algunos creen que dificultará aun más esta lucha.

"La ley no cambiará tan fácil la situación. La implementación del decreto solo empujará a las adolescentes a una situación aun más clandestina", dijo Shinji Miyadai, profesor de la Universidad Metropolitana de Tokio.

"La nueva legislación no es suficiente", admitió Hirabaysahi.

El gobierno metropolitano implementó otras medidas para explicar a las víctimas del "enjo kosai" que el dinero no es lo más importante del mundo, dijo el funcionario.

Por un lado, las escuelas introducirán educación sexual con la participación de los padres y, por otro, realizarán debates sobre el a veces obsesivo deseo de poseer bienes materiales, que resulta con frecuencia el motor del comercio sexual.

"También comenzaremos a investigar una serie de factores externos que influyen sobre los adolescentes, como las historietas de contenido sexual y otras publicaciones a la que los jóvenes tienen acceso", dijo Hirabayashi.

El Instituto de Investigaciones sobre la Juventud Japonesa reveló que 25,3 por ciento entiende que la venta de servicios sexuales es un derecho personal.

Mientras tanto, los sociólogos mencionan una moda entre los adultos mayores de pretender sexo con niñas, en especial de uniforme escolar, lo que contribuye al incremento de los "enjo kosai".

"El deseo por una mujer joven es difícil de resistir para muchos hombres japoneses que quieren pasar una noche agradable lejos de las responsabilidades de la oficina y el hogar", dijo el consejero Kazuko Ishihara.

La mayoría de las adolescentes son citadas por adultos a través de "clubes telefónicos", empresas florecientes en Japón que permiten a hombres ricos obtener la compañía de muchachas que, luego de mantener con ellos una conversación por teléfono, conciertan un encuentro personal.

El gobierno municipal de Kioto prohibió esos clubes con la finalidad de abatir la explotación sexual de adolescentes.

Pero los avisos de estos clubes aparecen con frecuencia en carteles en lugares públicos en todo el país, a la vista de las propias niñas.

Los males sociales que emergen en Japón son una señal de la naturaleza cada vez más rica y materialista del país. "Los japoneses están advirtiendo ahora los aspectos más oscuros de su éxito económico", dijo Ishihara. (FIN/IPS/tra-en/sk/js/mj/pr ip/97

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe