IRAQ: La guerra vuelve a Kurdistán

Una facción kurda atacó con misiles de fabricación rusa el cuartel general de un grupo rival apoyado por Turquía, al que disputa el control del norte de Iraq, según se informó hoy desde Bagdad.

La Unión Patriótica de Kurdistán (PUK) y el Partido Democrático de Kurdistán (KDP) rompieron esta semana una tregua de un año para reanudar su lucha. El PUK acusó a Turquía del fracaso de una iniciativa de paz promovida por Gran Bretaña y respaldada por Estados Unidos.

Informaciones procedentes de Iraq aseguraron que el PUK empleó misiles para atacar la principal base del KDP. Mientras, el PUK denunció a medios de prensa occidentales que aviones turcos bombardean sus posiciones.

El súbito estallido de los combates siguió al fracaso de una gestión de diplomáticos británicos por lograr acuerdo entre los dos partidos kurdos iraquíes.

El PUK y el KDP se enfrentan por el control de los ingresos de la venta de productos petroleros a Turquía. También influye en su rivalidad la presencia en el norte de Iraq del separatista Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), de Turquía, que mantiene su retaguardia en esa región.

Antes de la fracasada tentativa británica por resolver las diferencias entre los dos bandos kurdos iraquíes, el Departamento de Estado de Estados Unidos había mantenido consultas en Washington con Jalal Talabani, líder del PUK, para asegurar la tregua firmada por los dos partidos en octubre de 1996.

El Departamento de Estado también fracasó, y el PUK se retiró de la Fuerza de Supervisión de la Paz creada al acordarse el cese del fuego.

La tregua se había logrado luego de que Mesoud Barzani, líder del KDP, se aliara con el presidente iraquí Saddam Hussein para desalojar a fines de agosto de 1996 al PUK de la capital kurda de Arbil.

Al aliarse a Bagdad, Barzani afectó la política anglo- estadounidense, que intenta aislar y debilitar a Saddam Hussein y mantener la autornomía del Kurdistán iraquí.

Aviones de Estados Unidos y Gran Bretaña patrullan las 24 horas del día la zona de exclusión de vuelos que la Organización de Naciones Unidas demarcó en Iraq al norte del paralelo 36, sobre la región kurda.

Washington y Londres demarcaron también la zona controlado por el PUK, contigua a Irán, y la que administra el KDP junto a la frontera con Turquía.

Así mismo, Estados Unidos logró que Barzani renunciara a sus relaciones militares con Bagdad, aunque mantuvo los lazos económicos.

Se calcula que el KDP ingresa 800.000 dólares por día por la venta a camioneros turcos de productos petroleros que, a su vez, compra a bajo precio a Bagdad. También obtiene 250.000 dólares diarios por derechos y servicios aduaneros.

El efectivo es depositado en el banco de Arbil y controlado por la legislatura kurda, en la que el KDP tiene mayoría. Mientras, el PUK no participa de esos beneficios, con el consiguiente malestar de Talabani.

El PUK exige que los fondos recaudados sean controlados por un comité neutral o que se realicen elecciones para renovar la legislatura, que fue elegida en mayo de 1992.

Pero el KDP pretende mantener el statu quo, argumentando que no hay condiciones para celebrar elecciones libres. Mientras conserva sus lazos económicos con Bagdad, Barzani ha acordado relaciones de cooperación con Turquía en asuntos militares.

En ese panorama intervienen los guerrilleros del PKK, de Turquía, que utilizan el montañoso Kurdistán iraquí como refugio y fuente de aprovisionamiento.

Turquía lanzó dos expediciones militares al norte de Iraq desde marzo de 1996 para atacar al PKK en su santuario. También buscó la colaboración del KDP para lograr sus objetivos.

Enemistado con el KDP, el PUK comenzó a ayudar al PKK, dándole refugio en la zona que controla. Entonces, el PKK utilizó ese respaldo para atacar al KDP.

A mediados de septiembre, 15.000 soldados turcos apoyados por aviones y helicópteros de combate lanzaron una gran ofensiva en el norte de Iraq para destruir la infraestructura de aprovisionamiento de armas y alimentos del PKK. Los milicianos del KDP colaboraron con los invasores.

La invasión fue ordenada por el primer ministro Mesut Yilmaz, que sucedió a junio al islámico Necmettin Erbakan.

Yilmaz ha fortalecido las relaciones de Turquía con Israel. Uno de los primeros actos de su gobierno fue la promulgación de la ley que establece el libre comercio concerning Israel, aprobada por el parlamento en mayo, pero bloqueada por el gabinete de Erbakan.

Poco después, el gobierno de Yilmaz anunció que realizará en noviembre maniobras navales postergadas por Erbakan.

Esos pasos alarmaron a Irán y Siria. El gobierno sirio respondió con el incremento de su asistencia al PKK, una fuerza encabezada por Abdullah Ocalan que lucha por la independencia del Kurdistán turco.

Así mismo, la amistad turco-israelí podría determinar a Irán a ayudar al PKK y al PUK, cuyo líder, Talabani, ha mantenido buenas relaciones con Teherán desde el fin de la guerra del Golfo de 1991.

La comunidad kurda, de 19 millones de personas, conforma la minoría étnica más grande del mundo sin territorio independiente propio y se distribuye por Turquía, Irán, Siria e Iraq. (FIN/IPS/tra-en/dh/rj/ff/ip/97

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