Unos 200.000 casos pendientes en varias cortes del consumidor son suficiente evidencia del lugar que ocupan sus derechos en India.
Las cortes del consumidor, que desde hace 10 años funcionan a nivel de distrito, estatal y nacional, son el único recurso para las personas "estafadas" por bienes y servicios que operan en un sistema altamente protegido.
El mes pasado, la decisión de un foro del consumidor de distrito en Kerala reflejó la creciente resistencia de los consumidores cuando ordenó a la estatal Air India desembolsar 315 dólares por inconveniencias causadas por la cancelación de un billete confirmado.
El litigio llevó sólo tres meses y el foro de tres jueces retirados estimó los costos del pasajero, N. Mahadevan, en 14 dólares que la aerolínea también debió pagar a pesar de los argumentos de sus abogados.
Una resolución tan rápida y expeditiva es rara en un país en que los detenidos se desvanecen en las cárceles durante años sin proceso y los litigios civiles se prorrogan indefinidamente.
"Los comerciantes, fabricantes y prestadores de servicios son cada vez más responsables y temen la posibilidad de ser llevados ante las cortes de consumidores", dijo el juez Balakrishna Eradi, quien presidió el Foro Nacional de Disputas de los Consumidores durante sus 10 años formativos.
Eradi cree que, una vez que las cortes de consumidores se pongan al día con el trabajo acumulado debido a cuestiones burocráticas y la resistencia inicial del gobierno estatal, los juicios se agilizarán de inmediato.
Pero el sistema de cortes del consumidor ya se está desarticulando, advirtió el activista H.D Shourie. "El gobierno tomó meses para encontrar un sucesor de Eradi y los gobiernos estatales son aún más lentos con las citas a nivel estatal y de distrito".
Según Shourie, la gente pierde la fe rápidamente en el sistema de cortes del consumidor, una tendencia que puede revertirse sólo mejorando la Ley de Protección del Consumidor que le dio existencia.
Entre las sugerencias de reformulación de la ley figura la revisión de expertos médicos en demandas de compensación por negligencia o incompetencia, cuyo número aumenta desde que la profesión médica fue incluida en la ley por orden de una corte suprema en noviembre de 1995.
Un tema candente es si los abogados, muchos demasiado familiarizados con los jueces retirados, podrán alegar en las cortes del consumidor y utilizar sus habilidades y contactos para asegurar la prórroga de los casos, que ha sido la plaga de las cortes regulares.
Durante su mandato como Presidente Nacional, el juez Eradi aconsejó repetidamente a presidentes estatales y de distrito que evitaran las prórrogas y elaboraran argumentos que se adhirieran estrictamente al plazo de 90 días, pero admitió que parecía haber un "entendimiento" entre los abogados.
Un elemento que brilla por su ausencia es un movimiento de consumidores en un país en que el índice de 50 por ciento de analfabetismo asegura escasos niveles de conciencia, y pocos tienen dinero para enredarse en las cortes.
Por ejemplo, el keroseno, altamente subsidiado, ha sido rutinariamente adulterado con gasolina y combustible diesel.
"La adulteración priva a la gente del combustible barato, añade a la contaminación de la atmósfera y arruina los motores, pero a nadie parece preocuparle", dijo R.K. Pachouri, del Instituto Tata de Investigación sobre Energía.
No obstante, a pesar de sus fallas, las cortes del consumidor estimularon la idea de las soluciones fuera de las cortes. La poderosa Federación de la Cámara de Comercio e Industria, en una circular a sus miembros, subrayó el valor de los acuerdos mediante "la mediación, la conciliación y el arbitraje". (FIN/IPS/tra-en/rdr/an/lp/ip/97