En su primer día de visita a Argentina, el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, celebró hoy la alianza estratégica que mantienen ambos países, reafirmó su apoyo al Mercosur y expresó confianza en una solución del conflicto por las islas Malvinas.
Clinton, que llegó por primera vez en visita oficial, se reunió con el presidente Carlos Menem, con dirigentes de la oposición, y con representantes de la colectividad israelita acompañados de familiares de los muertos en los atentados antijudíos de 1992 y 1994.
En el primer discurso, anunció que pidió al Congreso de su país que apruebe su decisión de nombrar a Argentina "aliado principal no miembro" de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, en reconocimiento a su participación en misiones de mantenimiento de la paz en el mundo.
"Nuestra alianza de valores va más allá de nuestros esfuerzos por la paz y la seguridad, pero comienza allí", subrayó Clinton. "Incluimos el compromiso con la libertad y la democracia y la convicción de que los mercados abiertos son motores del crecimiento", añadió.
Estados Unidos es el primer inversor externo en Argentina, con más de 8.000 millones de dólares en los últimos seis años, y unos 5.000 millones comprometidos para el próximo lustro. Pero Washington suele advertir sobre la necesidad de hacer más transparentes los negocios.
Clinton se reunió con Menem y representantes de ambos gobiernos. Allí, reafirmó su apoyo al Mercosur y pidió acelerar las negociaciones para la conformación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), lo mismo que hizo en Venezuela y Brasil, primeros puntos de la gira.
En coincidencia con Brasil, su socio, el gobierno argentino respondió reafirmando su voluntad de consolidar el bloque subregional como primer paso hacia una estrategia de integración continental en un mercado de casi 800 millones de personas.
Al finalizar el encuentro, el canciller argentino Guido Di Tella aseguró que "no hay discrepancias" con Estados Unidos respecto de la relación entre el ALCA y el Mercosur. "Argentina va a negociar dentro del Mercosur, no en forma separada", advirtió el canciller, vocero de la reunión.
Di Tella explicó que el ALCA interesa a Argentina pero no como reemplazo del bloque subregional sino como otra instancia, y exhortó a Estados Unidos a "ser realistas" respecto de la complejidad de una negociación en la que intervienen 34 países americanos.
Confirmó además que Clinton manifestó su deseo de que se resuelva el conflicto de Argentina y Gran Bretaña por la soberanía de las islas Malvinas, y que el presidente ofreció su intervención en el caso de que alguno de los países se lo pida, aunque Argentina no lo hizo.
Diez días de las elecciones legislativas que se se realizan el domingo 26, Clinton recibió a los cinco dirigentes de la Alianza, surgida de un pacto entre la Unión Cívica Radical y el Frente País Solidario.
El ex presidente Raúl Alfonsín, la senadora Graciela Fernández Meijide, el presidente del radicalismo Rodolfo Terragno, el diputado Carlos Alvarez y el jefe de la ciudad de Buenos Aires, Fernando de la Rúa, advirtieron a Clinton sobre una presunta falta de seguridad jurídica.
Según un informe previo realizado por el Departamento de Estado, uno de los temas de Clinton en Argentina sería el de la corrupción y la falta de independencia del Poder Judicial, dos temas a los que el mandatario no aludió en público.
"No se habl de corrupción ni de inseguridad jurídica", sentenció Di Tella al referirse al encuentro de Clinton con Menem, aunque no descartó que el tema del "buen gobierno" sea tratado por los dos mandatarios durante la visita porque es uno más de la agenda mundial.
Durante su visita, Clinton también pidió escuchar a las organizaciones judías, que manifestaron su pedido de colaboración para esclarecer los atentados perpetrados contra la embajada de Isarel en 1992 y contra la Asociación Mutual Israelita Argentina en 1994, con un saldo de más de un centenar de muertos entre ambos.
Los dirigentes judíos pidieron cooperación de los organismos de seguridad e inteligencia de Estados Unidos, reclamaron mayores esfuerzos en el combate al terrorismo y en la condena a los países que respaldan a grupos fundamentalistas y advirtieron sobre los obstáculos de la pesquisa y la falta de voluntad en Argentina para esclarecer los ataques.
Por último, Hillary Clinton, esposa del mandatario, se reunió con 1.200 políticas, funcionarias, legisladoras, dirigentes sindicales, religiosas y de organismos de derechos humanos, y recibió también a las Abuelas de Plaza de Mayo, que buscan a sus nietos desaparecidos durante la dictadura (1976-83) por considerarlas "pioneras" en su tarea humanitaria. (FIN/IPS/mv/dg/ip-if/97